REIVINDICACIÓN EMPRESARIAL

Pulso por el cuarto cinturón

Antoni Abad, presidente de Cecot

Antoni Abad, presidente de Cecot

EL PERIÓDICO
TERRASA

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No llega a ser ni una carretera a medio construir, es simplemente un proyecto ejecutado a pedazos. El cuarto cinturón ha sido desde siempre una fuente de conflicto entre los intereses de un sector para preservar el territorio y los que consideran que supondría una mejora en la movilidad entre los diferentes territorios que conforman el área prelitoral de Barcelona. Los empresarios de esta zona del país han puesto otra vez sobre la mesa la necesidad de desarrollar el trazado pendiente, que es prácticamente su totalidad, y que supondría una reducción de tiempo y costes en los transportes de mercancías.

El proyecto de la carretera B-40, conocida como el cuarto cinturón, nace de una realidad imaginada durante la dictadura para dotar de una red de coronas viarias la macrourbe en la que se imaginaba que se convertiría la ciudad de Barcelona. El incremento poblacional no respondió a las previsiones, lo que convirtió el proyecto en un enlace entre varias localidades desde Abrera hasta Sant Celoni. En el 2010 se inauguraron tan solo siete kilómetros de todo el recorrido, dos tramos que unen Terrassa con Viladecavalls y Abrera con Olesa de Montserrat.

Las empresas han vuelto a manifestar la necesidad de completarla. El presidente de la patronal Cecot, Antoni Abad, considera que la zona se ha castigado con un déficit de infraestructuras fruto del inmobilismo del Gobierno español, algo que ha frenado el desarrollo económico del Vallès, que genera el 2% del PIB del país. «Se tienen que hacer correcciones en los presupuestos catalanes y españoles sin duda, porque con unos pocos millones se podrían finalizar las conexiones que enlazarían Terrassa y Martorell», señala Abad. La patronal cifra en 30 millones los fondos necesarios para establecer dicha conexión,

Beneficiados

Una de las empresas beneficiadas sería Seat. Fuentes de la automovilística aseguran que su construcción permitiría que muchos proveedores vallesanos «se acercasen» a la fábrica de Martorell, incorporándose en el proceso just in time de producción de elementos a partir de sus necesidades puntuales, y además abriría nuevas vías de negocio entre el Baix Llobregat i el Vallès. Otra de las beneficiadas sería la cadena de supermercados Mercadona, que tiene previsto completar su nuevo centro logístico en Abrera en los próximos dos años. Desde allí aprovisionará sus tiendas y recibirá los productos directos de proveedor. La compañía ha cifrado en un millón de euros anuales el sobrecoste que supone que el cuarto cinturón no esté finalizado por el ahorro de 36 kilómetros en cada uno de los 20.000 viajes anuales que deben realizar en un año sus vehículos de transporte.

Por ello, Abad anunció ayer que su organización ha mandado a la ministra de Fomento, Ana Pastor, una solicitud para plantear una modificación en las cuentas previstas para el 2014 con el fin de incluir una partida para finalizar esta obra. El presidente va más allá, y asegura que existen empresas de la demarcación que estarían dispuestas a contribuir económicamente para enlazar las dos comarcas con el fin de ampliar el atractivo económico de la zona y, al fin y al cabo, hacer más competitiva una de las zonas más productivas de todo el Estado.