DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LOS CONSUMIDORES

Pulpos que no son pulpos

Mecanización 8 Proceso de envasado de conservas.

Mecanización 8 Proceso de envasado de conservas.

JOSEP M. BERENGUERAS
BARCELONA

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La Agència Catalana del Consum (ACC) sabe que con la comida no se juega. Por ello, ha sancionado a seis compañías del sector conservero español por la comercialización, bajo diferentes marcas, de latas que anunciaban pulpo o calamar pero que en realidad contenían otra especie de cefalópodo. Tras las sanciones, que suman 102.000 euros, las compañías han cambiado las etiquetas y ya no inducen a error del consumidor.

«Decidimos llevar a cabo una actuación de control tras recibir una denuncia de una empresa que alertaba de esta práctica»,asegura el subdirector general de disciplina de mercado de la ACC, Albert Melià.«El resultado de la investigación nos confirmó que la gran mayoría de las empresas, aunque no todas, etiquetaban pulpo o calamar pero su contenido era otro», añade. En realidad, los productos envasados eran de las especies Dosidicus gigas y Illex argentinus, conocidas comercialmente como potón del Pacífico y pota argentina, un tipo de cefalópodos de tamaño más grande que el pulpo y el calamar y con un ADN distinto.

Según la ACC, la escasez de pulpo ha provocado que algunas empresas envasen potón en vez de pulpo y calamar, aunque su precio sea sensiblemente inferior. El precio de las conservas en el punto de venta también sirvió a la ACC para delatar qué empresas etiquetaban erróneamente las latas.

Las empresas sancionadas son Thenaisie-Provote (tres sanciones por un importe total de 34.500 euros), Conservas Isabel de Galicia (14.000 euros), Conservas Antonio Alonso -Palacio de Oriente- (14.000 euros), Conservas de Esteiro -Calvo- (14.000 euros), Industrias Cerdeimar (14.000 euros) y Alfonso García López -Pescamar- (14.000 euros).

«Estas actuaciones son importantes porque el ciudadano debe recibir la información más veraz posible de lo que consume. Si las empresas no lo hacen bien y pretenden engañarlos, se tiene que sancionar. Hay que transmitir un mensaje de confianza a la ciudadanía»,señala Melià.«Lo más destacable es que las empresas ya han corregido la etiqueta y ya indican correctamente los ingredientes de sus latas. Estas actuaciones deben servir para alertar a las empresas que no realizan buenas prácticas, y menos en materia alimentaria»,agrega.

Sanciones

La ACC realiza campañas de inspección periódicas y también tras recibir denuncias de los consumidores. El pasado año, el organismo llevó a cabo campañas de inspección de artículos de alimentación infantil y de falsos productos dietéticos además de tomar 410 muestras de varios productos en decenas de empresas para analizarlas y que cumplan con lo requerido. Durante el 2010, se resolvieron 287 expedientes sancionadores del sector alimentario por un importe de 429.000 euros, sobre todo por mal etiquetado (37%) y alteración y fraude en productos (29%).