Puig dice que la inversión extranjera en Catalunya creció el 35%

El Ejecutivo central no asignó a Catalunya una operación de la farmacéutica Almirall por más de 1.500 millones

Un empleado en los laboratorios de Almirall.

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La inversión extranjera en el tercer trimestre del año pasado no cayó en Catalunya un 45%, como afirmó el ministerio de Economía, sino que creció el 35%. El conseller de Empresa i Ocupació, Felip Puig, fue contundente ayer al realizar esta afirmación durante la sesión de control en el Parlament.

Tras analizar los datos del ministerio de Economía, el departamento de Puig ha concluido que se olvidaron de asignar a Catalunya la compra de los derechos del negocio respiratorio de la farmacéutica Almi-

rall por Astra Zeneca por 1.560 millones de euros. Esa suma quedó englobada en el apartado de inversiones sin asignar a ningún territorio en concreto.

«El Gobierno español no ha asignado a Catalunya, en el cómputo de inversiones extranjeras en el tercer trimestre del 2014, una inversión de una filial americana de una empresa farmacéutica británica por 1.560 millones de euros. Si se hubiera contabilizado correctamente, la inversión extranjera en Catalunya crecería cerca del 35%», afirmó.

Una vez incluida esta cifra, la inversión extranjera en Catalunya aumentaría hasta los 2.106,5 millones en el tercer trimestre, un 190% más que en el periodo abril-junio. Esta cantidad supone el 42% de la inversión recibida por España.

En términos acumulados a lo largo de los nueve primeros meses del    ejercicio, las inversiones extranjeras se situaron en 2.654 millones. Esta suma supone un incremento del 35% respecto al mismo periodo del año anterior y representa el 28% de todas las recibidas por España.

A su vez, Puig recordó que los datos del Ejecutivo central no se corresponden «con la realidad del efecto sede, que distorsiona las cifras». Así, las inversiones contabilizan en función de donde tienen su domicilio social las empresas inversoras «y no donde realmente se repercute esta inversión». Actualmente, el 64,4% de las empresas extranjeras tienen su sede social  en Madrid frente al 16,6% que están en Catalunya, dijo.

Puig puso como ejemplo las inversiones hechas por Hewlett Packard en Sant Cugat del  Vallès; Uniball Rodamco en La Maquinista o Galp Energía en Girona, entre otras. Todas ellas se asignan a Madrid, que es donde las compañías tienen su domicilio social.

El conseller recordó que las distorsiones en las cifras que provoca el efecto sede se repiten mucho. En el 2011 se produjo una operación por la que France Telecom inyectó más de 4.000 millones en su filial española Orange. Ese mismo año, International Petroleum Investment Company adquirió el 100% de Cepsa por 3.966 millones. También ocurrió algo parecido en el 2008, cuando Imperial Tobacco se hizo con Altadis por 12.600 millones o en el 2007, cuando la energética alemana E.ON compró los activos de Endesa;  o en el 2000, cuando Vodafone adquirió  Airtel por 8.414 millones.