La pugna por una décima

Acaba de comenzar el tercer mes del año, la negociación de los convenios sigue su curso en los sectores y las empresas pero las cúpulas de los sindicatos y las patronales siguen sin ponerse de acuerdo sobre cuánto subirán los salarios el 2015 y el 2016. Quizá por estas razones Dos cosas les separan: el porcentaje de incremento y la cláusula de revisión para el futuro.

Juan Rosell insistió ayer que la línea roja de la CEOE se sitúa en el 0,9% de subida este año y entre el 1,2 y 1,3% para el próximo. «La evolución de la economía es positiva pero no estamos para grandes fiestas», dijo el presidente de la CEOE. También reconoció la posibilidad de que no se llegue a ningún acuerdo, aunque «es mejor que lo haya».

Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO, no vio en el anuncio de Rosell una posición cerrada y definitiva porque «nadie pone sus posiciones finales encima de la mesa», pero aseguró que ni su sindicato ni UGT aceptarán subidas que empiecen con un cero y una coma. El mínimo a considerar para las centrales es el 1% de incremento para este año y hasta el 2% el próximo si el producto interior bruto (PIB) crece por encima del 2,5%.

Los empresarios se oponen rotundamente a que pueda haber una revisión al alza de las retribuciones en caso de que la economía acelere su mejora, aunque los sindicatos buscan fórmulas para asegurarse la recuperación del poder adquisitivo. Ayer Rosell apuntó la posibilidad de encontrar una redacción que después sea imposible de aplicar, como ocurre con el acuerdo actual. Otro asunto que centra las negociaciones es la aplicación de la sentencia del Supremo que da validez de los convenios caducados mientras se negocia.