Toxo dice que hay que acabar con la pérdida de poder adquisitivo

Ignacio Fernández Toxo ha señalado en la apertura del 10º congreso de CCOO que hay que “poner fin a la pérdida de poder adquisitivo” de los trabajadores y ha defendido la instauración de una renta mínima de inserción que no esté vinculada al empleo. Antes de que el próximo mes de julio miles de convenios decaigan por el efecto de ultraactividad, el líder y sindical pidió a los afiliados que “se pongan las pilas” para presionar hacia una negociación colectiva intensa.

Con dos horas de retraso Toxo pronunció un discurso marcado por la crisis económica las acusaciones de corrupción en el que pidió que el esfuerzo del ajuste “sea compartido por todas las rentas” y que fluya el crédito para las empresas y familias como única salida de la crisis. “La austeridad como única receta solo provoca estragos, como se puede ver en toda Europa”.

Toxo, casi con toda seguridad el único candidato a la secretaria general, reconoció que ha caído la afiliación en los últimos años “porque la gente pasa penurias y es más fácil prescindir de la cuota del sindicatos que de la barra de pan”. Asumió también que la crisis de confianza que muestra en general la sociedad afecta al sindicato, que debe “repensarse” y mirarse de “manera crítica con la que miramos a los demás”.

Como revisión de su estrategia, el líder sindical propuso reforzar la presencia en las empresas y aumentar el trabajo en la sociedad civil. De esta manera se afianza el “sindicalismos de proximidad” que se impuso hace cuatro años cuando accedido a la secretaria general de CCOO.

“Ante el absentismo de la izquierda”, ha dicho, “los sindicatos son no ya la ultima muralla, sino la ultima esperanza”.

En materia política apostó por la reforma de la Constitución, si fuera necesario, para acabar con esta fase de “fin de ciclo” y apostar por un nuevo modelo democrático.

Saludo de Rosell

Poco minutos después de inaugurarse el congreso, pasadas las doce y media, los delegados silbaron la presencia de los

representantes de los empresarios, Juan Rosell y José María Lacasa (CEOE) y Jesús Terciado (CEPYME). El presidente del Congreso, Antonio del Campo, pidió “respeto” para los invitados más allá de las discrepancias porque “después del conflicto, necesitamos la negociación”.Y Rosell, algo nervioso al iniciar su discurso ante los delegados, intentó poner un poco de bálsamo al calificar de “injustas las campañas” que se hacen contra los sindicatos. “Aquí tengo amigos y por eso te fías más”, afirmó el presidente de la patronal, quien afirmó que los empresarios “también estamos preocupados, queremos combatir la crisis y el drama de la pérdida de empleo”.

Mejor recibido fue el líder de UGT, Cándido Méndez, quien responsabilizó a la cancillera alemana Angela Merkel por imponer politicas que han llevado a la fente “a la incertidumbre y a la desesperanza”.

La apertura del congreso tuvo un toque cultural: una pieza musical interpretada por la pianista Rosa Pardo, un texto leído por la actriz Silvia Marsó y un saludo del poeta Luis García Montero. Entre los invitados la representación del Gobierno ha recaído en el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos. Además, los diputados de Izquierda Plural, Gaspar Llamazares, Joan Herrera (ICV) y Joan Coscubiela (ICV). El debate del Estado de la nación aplazó otras representaciones políticas hasta el sábado, en la sesión de clausura.