LAS CUENTAS CATALANAS DEL 2016

El nuevo presupuesto de la Generalitat aumenta el gasto social en 874 millones

montoro junqueras

montoro junqueras / periodico

OLGA GRAU / BARCELONA

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El Govern lleva este martes al Parlament de Catalunya el anteproyecto de Presupuestos de la Generalitat en el que incluye un aumento total del gasto de 1.100 millones de euros respecto a las cuentas del 2015. De esta cantidad, 874 millones de euros (un 78,5%) se destinarán a gasto social, cantidad en la que se incluye el plan de choque social de 270 millones de euros reclamado por la CUP. Junts pel Sí quiere imprimir de esta manera un marcado acento social a unas cuentas que hace unos meses nadie creía que llegaran a ser una realidad y que necesitarán del apoyo de la CUP para salir adelante durante el trámite parlamentario .

A pesar de que el vicepresidente económico, Oriol Junqueras, siempre ha defendido que habría presupuestos, el equilibrio de fuerzas entre los socios republicanos y convergentes, las tensiones con la formación anticapitalista, y la presión de Bruselas por aplicar a las autonomías una fuerte disciplina fiscal, han sembrado dudas sobre la posibilidad de poder llevar los presupuestos a la cámara y han agitado el fantasma ya conocido de la prórroga presupuestaria. Las cuentas que defenderá Junqueras en el Parlament no incluyen recortes sociales, si no un incremento del gasto social, y además garantizarán el cumplimiento del déficit en el 0,7% en línea con lo que reclama Bruselas y el Ministerio de Hacienda.

Catalunya cerró el 2015 con un déficit  del 2,7% del PIB . Este desvío superó incluso las estimaciones del Ejecutivo catalán, que lo situaban en torno al 2,5% del producto interior bruto (PIB). Una parte importante de la desviación se debió a que se contabilizaron 1.542 millones de inversión correspondientes años anteriores, factor que no volverá a producirse en el 2016. Sin embargo, un objetivo del 0,7% del PIB en el 2016 en Catalunya equivale a un ajuste de 1.432 millones.

Esta vez, el Govern no fiará las cuentas a la negociación con el Estado en capítulos financieros. Junts pel Sí también ha rechazado presentar unas cuentas en las que se incorpore un déficit superior al reclamado por el Estado, como le pedía la CUP en línea de desobedecer a las políticas de austeridad.

La complicada cuadratura del círculo, cuyo cumplimiento deberá evaluarse a finales de año, se logrará gracias a una previsión del crecimiento de la ecopnomía catalana del 2,9% para el conjunto del 2016, que a pesar de registrar una desaceleración respecto al ritmo del primer trimestre (3,7%), se sitúa por encima del objetivo del crecimiento de la economía española para este año que será del 2,7%, según la última actualización del cuadro macroeconómico remitido a Bruselas.

Esta evolución económica permitirá, según el Govern, obtener 520 millones de euros procedentes de los anticipos de los impuestos compartidos con el Estado, como el IRPF. A esta cantidad se sumarán 1.400 millones de la liquidación definitiva del sistema de financiación del 2014 (de los que ya se han recibido 350 millones), más 850 millones que se ahorrarán en intereses con respecto al 2015 por la caída de los tipos.

El plan negociado con Hacienda en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera permitirá reducir el déficit autonómico desde el 2,70% del PIB anotado en el 2015 hasta el 0,7% en el 2016 sin necesidad de acometer recortes en ninguna partida de gasto distinta de la de los intereses de la deuda pública.

Junqueras no ha desvelado cuál será la propuesta final que hará el Govern al Parlament para reformar la fiscalidad en Catalunya, pero ha advertido de que el proyecto de ley de presupuestos que aprobará el Consell de Govern no incluirá ninguna modificación de impuestos ya que tendrán que ser fruto del debate parlamentario, informa Toni Fuentes

BAJADA DE IMPUESTOS

El vicepresidente ha advertido, con un razonamiento muy similar a utilizado hace unos días por el 'president', que "ninguna medida es buena o mala por sí sola, sino que su resultado depende del contexto" y del conjunto de medidas. Junqueras no ha querido profundizar más en un asunto que ha provocado un enfrentamiento con Convergència y que puede ser la clave para que la CUP apoye los presupuestos. ERC quiere bajar los impuestos a las rentas bajas por debajo de los 17.707 euros, donde hay más de 1,6 millones de contribuyentes, creando nuevos tramos en el IRPF de manera que el resultado final sea neutro para las arcas del Govern. Pero para ello propone incrementar la presión fiscal a las rentas por encima de los 90.000 euros. El tipo marginal se incrementará en tres puntos en ese tramo que va hasta los 120.000 euros. Y subirá en otros dos puntos desde los 120.000 en adelante. 

El informe elaborado por el departamento que dirige Oriol Junqueras cuenta con 36 escenarios distintos de subidas y bajadas de tipos y modificaciones de tramos. Los republicanos tienen preparados estos modelos para poder discutir a fondo del tema fiscal en el trámite parlamentario de los presupuestos. Esta es la baza con la que cuentan los republicanos para ganarse el apoyo de la CUP, a la vez que les permitirá marcar perfil de izquierdas de cara a la campaña electoral del 26-J. Precisamente, la formación anticapitalista decidió el pasado domingo en asamblea  aprobar una moción para "liberarse" del pacto de estabilidad con Junts pel Sí, un desafío que se pondrá a prueba durante el trámite de los presupuestos.

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