"Por suerte vine a Londres con trabajo"

La construcción es uno de los sectores más castigados por la crisis, y Marc Salmerón (28 años) vivió la falta de trabajo en Catalunya, así que primero se fue a trabajar al País Vasco y, luego, al Reino Unido.

«Estudié un ciclo formativo de topografía, pero al buscar empleo tuve que irme a el País Vasco a trabajar. Cuando se terminó mi contrato allí, tenía dos opciones: o irme al paro o mudarme a Londres, donde la empresa donde estaba me ofrecía participar en otro proyecto». Tampoco dudó mucho: pese a que su nivel de inglés era «más bien bajo», se fue hacia la capital británica.

Actualmente trabaja en la estación de Farringdon, en el centro de Londres, donde se están construyendo nuevos túneles del metro por parte de varias constructoras españolas. «Mi trabajo consiste en controlar continuamente que los edificios que hay en la zona no tengan daños, no sufran movimientos debido a la excavación de los túneles», agrega. La mayoría de compañeros son españoles, lo que siempre ayuda a integrarse. «Antes tomaba café y ahora incluso me hago tés. Soy un londinense más», bromea.

«Por suerte vine aquí con trabajo, pues me encuentro muchos catalanes y españoles que no saben el idioma y no tienen empleo, por lo que lo tienen muy complicado», explica este joven, que reconoce que los tópicos («lo más difícil es la comida, el tiempo y encontrar alojamiento») son ciertos.

Tras casi tres años en el Reino Unido, admite que le gustaría poder volver algún día, pero que de momento no lo ve posible: «Me gusta mi trabajo, y aquí estoy bien, ya me he adaptado. Mientras no tenga la garantía de poder volver con un trabajo que me guste y poder vivir mi vida, me quedo».