Pleitos tengas, ganes y cobres

Supongamos que de cada 100 pacientes que salen de un quirófano con su patología resuelta, 54 no superaran la fase posterior de recuperación. O constatemos que de 56.000 matriculados en FP en Catalunya, solo 15.000 acaban titulados, como se explicó en este diario la semana pasada. Tendríamos debate asegurado sobre la escasa fiabilidad del sistema público.

El primer ejemplo es pura simulación, pero con datos ciertos tomados de una realidad poco conocida: de cada 100 sentencias que se dictan en procedimientos civiles en España, 54,2 no consiguen ejecutarse (datos extraídos del magno estudio de la fundación Wolters Kluwer sobre la situación de la justicia). En síntesis, que a quien el juez ha dado la razón, no consigue cobrar. Parece vigente aquella rumba de Peret de hace 40 años, «Pleitos tengas y los ganes/vaya maldición gitana/ cargaíta de razón» (los palmeros añaden: «Cuanto máximos mejor»).

Hay, al menos, tres explicaciones. La primera, que las mejoras en procedimientos judiciales se han centrado más en agilizar trámites hasta dictar sentencia que en su ejecución. La segunda, que en periodo de crisis aumentan los litigios económicos. Y la tercera, relacionada con la anterior, que la mayor carga de trabajo en los juzgados civiles ha ido acompañada, además, de la merma de medios y de rebajas salariales. Del desánimo de jueces, secretarios y funcionarios de juzgados dan cuenta cuantos se relacionan con este servicio.

Ante este panorama, vale la pena repasar las propuestas del Primer Congrés dels Procuradors de Catalunya, celebrado hace unos días, colofón de una renovación colegial semejante a las vividas por otros colectivos como los ingenieros industriales o los arquitectos técnicos (aparejadores). La causa común es la directiva de la UE sobre liberalización de servicios (conocida como directiva Bolkestein del 2006) que obligaba a revisar la reserva de actividad de diversos colectivos.

En el caso de los procuradores -10.000 en España, 1.000 en Catalunya- el primer proyecto fue eliminar la incompatibilidad con los abogados. La ley sigue en trámite, pero de incompatibilidad ya nadie habla. Como ha ocurrido en otras profesiones, los procuradores han visto en la directiva un estímulo. En Catalunya, la renovación encabezada por el actual presidente del Consell de Procuradors Ignacio López Chocarro ha sido decisiva. Un ejemplo: el programa informático eTransnet creado por el Col·legi para que todos los traslados de documentos y notificaciones en los concursos de acreedores sean automatizados. Pero lo que se gana en proceso hasta la sentencia se vuelve de nuevo lento en su ejecución.

Aquí aparece la oferta innovadora de los procuradores: hacerse cargo de las ejecuciones, siempre bajo la tutela de jueces y secretarios judiciales. Ejemplo clásico: investigación patrimonial del deudor. Que es necesario da fe ese 54,2% incumplido. Solo en Catalunya, los litigios vigentes eran en el 2012 de 40.000 millones de euros.

La propuesta, inspirada en los hussier de justice franceses, tiene como primer objetivo la eficiencia: «Si se agiliza este trámite, un proceso puede ejecutarse en un año en lugar de cinco», explica Ramon Daví, vicedecano del Col·legi.

Aunque la obtención de una mayor seguridad en los procesos judiciales, también tendrán sus efectos sobre toda la actividad económica. «Si tienes un sistema judicial efectivo, al final habrá menos deudas, y quienes se han acostumbrado a no pagar porque no les pasa nada se lo pensarán dos veces», argumenta Daví. La losa de la morosidad.

«Me piden cuatro millones/ y yo no tengo ni dos reales», cantaba Peret. Décadas después sigue cargaíto de razón.