APRESTO DOMINICAL

El placer de aún no saber

El científico Rolf Tarrach reivindica en Girona el papel de los investigadores

Juan José Goñi, experto en emprendeduría, el viernes, en Girona.

Juan José Goñi, experto en emprendeduría, el viernes, en Girona.

JOSEP-MARIA URETA / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Seis sesiones del Fórum Impulsa, la marca de promoción entre jóvenes de la Fundación Princesa de Girona (FPdG), han dado para comprobar hasta qué punto se cumple el pronóstico de los cambios sociales acelerados. Los creadores de la FPdG eran directivos de empresas con actividad en Catalunya que buscaban complicidad entre las nuevas generaciones para coincidir, cuando llegara la hora, con la  generación del Príncipe. Era el 2010 -el reactivo fue un acto estúpido antimonárquico en la  Plaça del Vi de Girona-. Nadie pensaba entonces que la sucesión estaba tan cerca. Tampoco el sucesor, Príncipe de Asturias, pero para la ocasión también de Girona.

Se ideó un foro para emprendedores, entonces palabra sublimada por las escuelas de negocios (en Catalunya, dos multinacionales católicas) y se invitó a cientos de jóvenes españoles a participar. Vacilación entre el 2010 y el 2012 sobre cuál era su papel. En el salón de actos, relegados a segunda fila.

La rectificación iniciada en el 2013 -quienes duden, que lean y comparen los programas de los seis años y sus ponentes- cuajó en el 2014  y se ha impuesto en el 2015.  Del Fórum Impulsa no queda rastro de fotos para revistas y diarios del colorín, ni hay obligación de recontar a los patronos asistentes. Ganan los jóvenes exigentes que llevan mal lo de ser comparsa. Los gestores de la FPdG lo han captado y el viernes fue jornada completa... con solo media jornada.

Nada de salón de actos solemne. Una veintena de sesiones participativas, apretadas de horario -albricias: el insulso coffe break sustituido por cestos de cerezas y albaricoques-, y diversas de contenido, desde la música clásica hasta lo último en realidad virtual, pero con una exigencia irreversible: no se va al Fórum a escuchar sino a departir.

Ep! Las esencias siguen y bastaba con elegir un itinerario de tres sesiones, contrastadas. Primero, la sabiduría en estado de gracia. Segundo,  las nueva cooperación dirigida por un veterano ilusionado. Y tercero, la praxis que demandan los jóvenes, cómo darse a conocer en el entorno triunfante audiovisual.

Para sabio, el catedrático de física cuántica Rolf Tarrach, gestor de equipos universitarios y desde esta semana presidente de la Asociación de Universidades Europeas.  ¿Cuántas trampas nos pone el cerebro y qué pocos recursos para superarlo? Tarrach reune la esencia de la filosofía y la de la ciencia dura cuando explica la importancia de la duda, la exigencia de la certeza, la amenaza del riesgo antes de establecer un principio sólido: «El placer de saber que no sabemos y por qué» sintetizó.

Alcanzar certezas vale para el cambio climático o para saber con qué densidad flota el chapapote, aunque la conclusión no guste a los políticos y periodistas. Lo del chapapote lo vivió Tarrach como presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Esa gestión correcta de lo que se sabe fue la que motivó al alumno Felipe VI -otra vez sentado entre el público- a interesarse, acabada la charla, por la gestión de los errores y de la verdad inconveniente.

El ingeniero vasco Juan José Goñi, ahora pasado a la comunicación (futucultor, cultivador del futuro). Encerrado con 60 jóvenes menores de 30 años les demostró con la selección de palabras con significado qué es lo que no cambiará con los años. Cooperar, iniciativa, aprendizaje, las más preferidas.

Zuberoa Marcos estaba de público en los Fórum del 2013 y  2014. Advirtió a los organizadores que los jóvenes quieren también praxis. El viernes pasó a ponente y motivó -siempre el grupo- a crear vídeos de un minuto para promocionar una idea y recaudar fondos para llevarla a la práctica.