Los Coloquios de Primera Plan@

Piqué vaticina que la próxima legislatura será más conflictiva

MAX JIMÉNEZ BOTÍAS
BARCELONA

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La crisis económica española va para largo y el próximo escenario político que le tocará al país será menos contemporizador con los poderes públicos. Josep Piqué, presidente del Cercle d'Economia y de la compañía aérea Vueling, vaticinó ayer que ese entorno político será más complicado que el actual: «La crisis [en España] ha ido en paralelo con una escasísima conflictividad y poca tensión en la calle. El próximo escenario político no será así: habrá más tensión, habrá conflicto».

En una conferencia pronunciada en Los Coloquios de Primera Plan@, Piqué atribuyó ayer esa mayor conflictividad a dos factores. Por un lado, «pasa el tiempo y se acaban las prestaciones de desempleo, se acaban los recursos y mucha gente se encontrará en situación desesperada». Y, por otro, al papel que se espera de los sindicatos. «Veremos como algunos de los agentes sociales, que en estos últimos tiempos han tenido una actitud pasiva que no se correspondía con una situación de cinco millones de parados, tendrán una actitud muy diferente». Sin mencionarlo, Piqué dio por hecho que los sindicatos mantendrán una posición más beligerante al producirse un cambio de signo político en el Gobierno. Esta fue la referencia más política que realizó en su intervención, más allá de responder a una pregunta directa sobre si pensaba volver a la política activa, quizá como ministro. No dijo que no. Tampoco lo afirmó. La respuesta fue ambigua: «He pasado 14 años en política. Eso es mucho tiempo».

PRESENTE Y FUTURO DE LA CRISIS / El resto de la intervención se centró en un repaso a la situación económica española, europea y mundial, aunque desde un punto de vista más estratégico que técnico. En este sentido planteó que mientras que la mayor parte del mundo habla de la crisis económica en pasado, «nosotros, los españoles, hablamos de la crisis en presente, e incluso a veces nos descubrimos hablando de la crisis en futuro. Esto va para largo. El principal problema de la economía española es cómo recuperamos el crecimiento y la ocupación que hemos perdido en los últimos años».

En el repaso que realizó de la situación española recordó que las características singulares del modelo económico provocaron que la burbuja inmobiliaria castigara a la economía española más que a la de otros países. «Eso ha generado unos desequilibrios que tardaremos mucho en digerir: 600.000 viviendas en estoc». Una situación que afecta muy directamente a las entidades financieras y que limita que el crédito llegue a la economía productiva.

Lamentó, que los recientes tests de estrés no han tenido en cuenta, las características del sistema financiero español. Pero al mismo tiempo reprochó a las autoridades económicas que hayan cometido errores: «Se ha tardado demasiado en aceptar la reforma del sistema financiero. No hace tanto que se aseguraba que teníamos el mejor sistema financiero del mundo. Es verdad que no habían activos tóxicos, pero sí que tuvimos elboominmobiliario».

REFORMA LABORAL / También a preguntas de los asistentes, Piqué se refirió a la reforma laboral como uno de las vías para recuperar la normalización de la economía española. En este punto hizo un guiño a la CEOE al plantear la implantación de un contrato único, que fue una de las propuestas de la patronal durante las discusiones de la negociación colectiva. «Hace falta un contrato único que rompa la dicotomía entre los que tienen contratos indefinidos y los que no tienen ningún derecho». Añadió que debe acabarse con la segmentación y con la indemnización progresiva. El objetivo debe ser, según su opinión, avanzar hacia la descentralización de la negociación colectiva con el objetivo de poder vincular los salarios a la productividad y no a la inflación futura.

El presidente del Cercle no es partidario de tocar los impuestos mientras persista la crisis. «El esfuerzo fiscal debe ponerse en la reducción del gasto y no en los ingresos». Al menos mientras que la demanda interna continúe deprimida. «Tocar los impuestos no es bueno en este momento».