EVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA

La locomotora alemana frena pese al tirón de las exportaciones

La canciller alemana, Angela Merkel, en una rueda de prensa en Berlin, el 24 de junio.

La canciller alemana, Angela Merkel, en una rueda de prensa en Berlin, el 24 de junio. / periodico

ROSA MARÍA SÁNCHEZ / MADRID

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La locomotora alemana empieza a frenar su marcha, a pesar del notable avance de las exportaciones y existen indicios de que la desaceleración puede ser duradera. Según la oficina estadística de Alemania, el producto interior bruto (PIB) del país creció el 0,4% en el segundo trimestre del año respecto al previo, lo que representa un ligero parón en el ritmo de progreso, pues en el primer trimestre había crecido un 0,7%.

“La economía alemana ha continuado creciendo, aunque a un ritmo ligeramente  más lento”, se afirma en el comunicado emitido este miércoles por la oficina estadística. En tasa anual, sin embargo, el PIB alemán anotó un avance del 3,1% en el segundo trimestre, “el mayor crecimiento en cinco años”, según Destatis.

CAÍDA DE LA INVERSIÓN

El análisis trimestral de los datos oficiales revela que el frenazo de la actividad se produjo en la inversión empresarial, que retrocedió el 2,1% respecto a la del primer trimestre. Sobre todo, cayó la inversión en maquinaria y equipamiento de la industria (-2,4%) y en construcción (-1,6%).

El consumo privado desaceleró su tasa de crecimiento hasta el 0,2% y el gasto público lo hizo hasta el 0,6%

Sin embargo, el sector exterior mejoró su aportación al crecimiento alemán. Las exportaciones crecieron el 1,2% en el trimestre, mientras que las importaciones cayeron el 1,2%. Así, el sector exterior aportó 0,6 puntos al crecimiento trimestral, mientras que la demanda interna restó dos décimas.

DOS INCÓGNITAS

La primera gran duda es si la desaceleración trimestral de la economía alemana se debe interpretar como un resfriado transitorio o como una gripe algo más duradera. Y existen indicadores adelantados preocupantes relacionados con la debilidad de los pedidos industriales, que cayeron el 0,4% en junio, cerrando el peor trimestre de los últimos tres.

La segunda gran duda es si el sector exterior podrá seguir compensando la debilidad incipiente de la demanda interna.  Aquí, los indicadores invitan al optimismo. La aportación positiva al crecimiento del sector exterior  en el segundo trimestre (0,6 puntos) ha sido la primera después de tres trimestres de aportación negativa.