ESTADO DEL BIENESTAR

Las pensiones buscan oxígeno

Tercera edad

Tercera edad / periodico

ANTONI FUENTES / JOSEP-MARIA URETA / BARCELONA

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A la Seguridad Social le ha pasado lo mismo que a muchos hogares españoles. Ha tenido que alimentar más bocas pero con menos ingresos. El resultado es que la Seguridad Social, al igual que los hogares empobrecidos, se ve obligada a pedir ayuda para llegar a fin de mes.

Los millones de historias de afectados por la crisis, de trabajadores precarios, parados o desamparados, se suman en un cóctel que está a punto de desencadenar una reacción explosiva en las cuentas de la Seguridad Social. Los ahorrillos que tenía la familia para ir tirando se han gastado con mucha rapidez en los últimos años y están a punto de agotarse. O lo que es lo mismo, la Seguridad Social está a punto de agotar la hucha de las pensiones, que a este ritmo se quedará casi vacía a final del 2017.

LA HUCHA SE AGOTARÁ EN EL 2017

¿Qué pasará a partir de entonces? ¿Tienen futuro las pensiones de la Seguridad Social? La situación del pilar básico del Estado del bienestar asomándose al precipicio contrasta con la euforia que destila el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que hace unos días se refería a la Seguridad Social como "uno de los mejores sistemas de pensiones del mundo". Tanto optimismo exultante no encaja con la decisión del Ejecutivo de sacar 9.700 millones de euros del Fondo de Reserva de la Seguridad Social en un reintegro de 8.700 millones y otro de 1.000 millones

Cuatro días después de sacar los primeros 8.700 millones y dejar el colchón de las pensiones con algo más de 25.000 millones, el Ministerio de Empleo convocó al comité de gestión del Fondo de Reserva, formado por los sindicatos CCOO y UGT y la patronal CEOE, para informarles del reintegro, al que seguirá otro de un importe similar en diciembre para pagar la extra de Navidad

EL EMPLEO PRECARIO DETERIORA LAS CUENTAS

La ministra de Empleo en funciones, Fátima Báñez, defiende la sostenibilidad de la Seguridad Social, que considera que sufre un problema puntual derivado de la pérdida de 3,2 millones de empleos durante la crisis. "Vamos a llenar el Fondo de Reserva con empleo", ha prometido Báñez, que ha asegurado que "la creación de empleo es la verdadera fortaleza de las pensiones". 

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"Vuelco en el sistema p\u00fablico\u00a0","text":"La OCDE avis\u00f3 en el 2012 de la insuficiencia de las cotizaciones en las pensiones p\u00fablicas, con un c\u00e1lculo sobre lo que hab\u00edan aportado los futuros pensionistas en el 2007 y lo que ya se estaba pagando a los retirados, en porcentajes sobre el PIB. Traslad\u00f3 el modelo al 2060 para dejar claro que el d\u00e9ficit del sistema era irreversible."}}

La teoría del sistema de pensiones da la razón a la ministra, pero la realidad es diferente. La Seguridad Social se nutre del aumento de afiliados y también de la calidad de sus cotizaciones, que ha caído como consecuencia de las rebajas salariales y de la proliferación de los empleos precarios y a tiempo parcial. Mientras que el número de trabajadores dados de alta en la Seguridad Social aumentó un 3,2% en el 2015, la cotización media bajó un 1,8%. El resultado es que los ingresos del sistema se incrementaron un 1,3%, una cifra insuficiente para absorber el aumento de los gastos del 3,3%.

EL DÉFICIT OBLIGA A MEDIDAS URGENTES

La diferencia es lo que explica el déficit en las cuentas de la Seguridad Social a pesar de las reformas aplicadas en el sistema en el 2009 y en el 2013 para retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años de forma progresiva y para desligar la subida de las pensiones de la inflación, lo que las condena a una revalorización mínima del 0,25% durante los próximos años. Mientras esas reformas dan frutos de forma lenta, la Seguridad Social necesitará una nueva fuente de financiación en el 2018 como muy tarde, por lo que el nuevo Gobierno tendrá que asumir la patata caliente de poner en marcha nuevas medidas con efectos inmediatos.

A la espera de que se reúna el Pacto de Toledo del Congreso para estudiar los cambios, el debate ya ha empezado con varias propuestas sobre la mesa para aliviar el peso que tienen que soportar las cotizaciones sociales. El dilema es cómo cubrir el déficit del sistema de pensiones sin fondos suficientes en la hucha.

MÁS FONDOS PROCEDENTES DE IMPUESTOS

Rajoy quiere optar a la investidura como presidente con un Programa para el Gobierno de España que incluye entre sus prioridades una "reordenación" de la financiación de la Seguridad Social ampliando las prestaciones que se pagan con fondos procedentes de impuestos y no de las cotizaciones sociales que pagan los empresarios y los trabajadores, lo que, según la hoja de ruta enviada por el PP al resto de partidos, contribuirá a dotar de "una mayor sostenibilidad" al sistema de pensiones. 

Los expertos consideran que la principal vía será la financiación a través de impuestos, ya sea de los ya existentes o de alguno nuevo. Sobre la mesa se encuentra la propuesta de pagar con cargo a los Presupuestos del Estado los 22.000 millones que cuestan las pensiones de viudedad y para huérfanos. La pregunta automática es si las cuentas públicas podrán asumir esa nueva carga. 

UN NUEVO TRIBUTO SOCIAL GANA APOYO

La solución estructural que gana partidarios entre los expertos es la de aumentar la recaudación tributaria con el referente de Francia, que  creó un impuesto "social" que grava todas las rentas. "Para mejorar la situación, habría que aportar recursos adicionales al sistema o desviar gastos contributivos (pensiones de viudedad y orfandad, por ejemplo) a la parte no contributiva, lo que exigiría mayor presión fiscal (cotizaciones o impuestos)", asegura el Grupo de investigación en Pensiones de la Universidad de Valencia que encabeza el profesor Enrique Devesa, que fue uno de los asesores de la última reforma del sistema.   

LOS SINDICATOS PIDEN MEDIDAS URGENTES

Los sindicatos CCOO UGT han reclamado la convocatoria urgente del Pacto de Toledo para empezar a negociar un acuerdo de medidas para aliviar las cuentas de la Seguridad Social. CCOO ha planteado una batería de propuestas que permitirían reducir el gasto que se paga con cotizaciones en unos 40.000 millones, que incluyen 12.000 millones que se financiarían con "medidas de naturaleza fiscal", 14.500 millones por el incremento de las bases máximas de cotización y la equiparación de las cuotas medias de los autónomos con las de los asalariados.