Pekín suspende el mecanismo que provoca la interrupción del mercado

Las autoridades chinas consideran que el sistema, que entró en vigor esta misma semana, provoca "más efectos negativos que positivos"

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Las autoridades chinas han anunciado que suspenden a partir de este viernes el mecanismo automático de interrupción de las bolsas en caso de movimientos bruscos. La decisión se produce después de que el nuevo mecanismo, que entró en funcionamiento esta misma semana, haya causado ya el cierre anticipado de los mercados en dos ocasiones, el lunes y este jueves, y de que las turbulencias hayan afectado a las bolsas de todo el mundo.

"Actualmente los efectos negativos del mecanismo son mayores que los efectos positivos. Por tanto, la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China decide suspender el mecanismo interruptor, para mantener la estabilidad del mercado", ha afirmado un portavoz del organismo, Deng Ken, a través de un comunicado.

El mecanismo entró en vigor con el nuevo año y estaba operativo a partir del lunes pasado, en la primera sesión de este ejercicio, dentro de una serie de medidas aplicadas por las autoridades de Pekín para evitar los fuertes desplomes del verano pasado, que conmocionaron a las bolsas chinas y contagiaron a los mercados mundiales.

VARIACIÓN DEL 7%

Se trata de un sistema que establece que cuando el índice conjunto CSI 300 (que agrupa a 300 valores cotizados en las dos bolsas chinas, las de Shanghái Shenzhen), baja o sube un 5 %, se produce una parada automática de 15 minutos. Si tras la reanudación los movimientos fuertes continúan y se alcanza una variación del 7 %, se suspende la sesión hasta el día siguiente, como ha sucedido en estas ocasiones.

La suspensión del mecanismo interruptor sigue a otra medida anunciada anteriormente por la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) para intentar estabilizar los mercados y que consiste en limitar la capacidad de venta de títulos de los grandes accionistas chinos a un máximo del 1% del total de acciones de una compañía.

De esta manera, estos grandes accionistas (poseedores del 5 % o más de los títulos de una empresa) no podrán desprenderse de más de un 1% del total en un plazo de tres meses y además estarán obligados a anunciar al mercado sus planes de hacerlo con al menos 15 días de antelación.