El patrimonio de Rato, bajo la lupa de Anticorrupción

M. BATALLAS/ R. M. SÁNCHEZ

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La suerte de Rodrigo Rato está echada. El que fuera uno de los hombres más poderosos del planeta tras presidir el FMI se va a convertir en un habitual de los tribunales. En los juzgados de Plaza Castilla tendrá que explicar su patrimonio personal en el extranjero y desde el lunes la fiscalía anticorrupción asumirá esta investigación. Este organismo le sigue los pasos desde el 2012 cuando Bankia, que él presidía, tuvo que ser nacionalizada por el Gobierno.

El fiscal jefe anticorrupción, Antonio Salinas, pidió ayer a la fiscal general, Consuelo Madrigal, que le remita la denuncia que el pasado jueves presentó la fiscalía de Madrid en los juzgados de guardia de la capital y que provocó la detención de la mano derecha de José María Aznar en el Gobierno del PP durante siete horas para «asegurar su presencia» en los dos registros que fueron practicados por agentes del servicio de vigilancia aduanera en su domicilio y en su despacho.

En su escrito Salinas confirmó que Anticorrupción lleva casi un año siguiendo la pista a Rato «y otras personas», según fuentes de la investigación. Casi el mismo tiempo desde que la Agencia Tributaria comenzó a revisar con lupa las declaraciones del exdirigente popular. La AEAT inició su investigación tras recibir un soplo del organismo internacional de inteligencia económica, después de que el exvicepresidente se acogió a la amnistía fiscal del 2012 y una vez que hubo presentado las posteriores declaraciones sobre bienes en el extranjero, sobre el  IRPF y sobre patrimonio. El centro internacional de inteligencia alertó a Hacienda de que el exvicepresidente del Gobierno había abierto varias sociedades y cuentas en el extranjero a las que transfería dinero.

Las alarmas saltaron por su condición de lo que en la jerga financiera se conoce como persona expuesta políticamente (PEP) por haber ocupado cargos públicos relevantes nacionales e internacionales y también porque algunos familiares de Rato eran los titulares de estas actividades. Los servicios de inteligencia, según estas fuentes, sospecharon que podían estar actuando como testaferros. Este entramado tendría por objeto poner a resguardo parte de la fortuna personal del exministro.

UN ASUNTO PERSONAL / El Gobierno se desmarcó ayer del escándalo al querer rebajarlo a «un asunto personal», sin relación con corruptelas públicas. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que autorizó la denuncia de la Agencia Tributaria en los juzgados de Madrid, se mostró orgulloso de esta actuación. «La Agencia Tributaria actúa con independencia y firmeza», dijo en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. «Da igual la pertenencia a un partido, el relieve social, político o económico. Todos somos iguales ante la ley».

Fuentes jurídicas apuntaron ayer que Hacienda escogió a la fiscalía de Madrid porque los delitos denunciados son competencia de estos tribunales. Sin embargo, también pudo actuar por otros motivos. Y es que en Hacienda existe malestar por la demora que emplea anticorrupción en sus actuaciones mientras que los fiscales de Madrid son más resolutivos. En la denuncia presentada el jueves por la fiscalía contra «Rato y otras personas» se pidió el registro de los inmuebles del expolítico y su detención, que se ejecutó inmediatamente. Ayer, antes de que el caso pase la próxima semana a manos del juez Antonio Serrano-Arnal, a quien le cayó por reparto, la fiscalía logró que el magistrado de guardia ordenara el embargo de las cuentas bancarias del exvicepresidente.

Las fuentes consultadas han reconocido que las relaciones entre Hacienda y Anticorrupción no atraviesan su mejor momento y algunos llegaron a insinuar que esta fiscalía rechazó hace un par de meses abordar una denuncia similar a la presentada en Madrid porque no encontró motivos suficientes.

Según fuentes del entorno de Rato, su relación con el actual ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tampoco son buenas. Las diferencias se agudizaron cuando Montoro firmó la ley que declara imprescriptibles las deudas tributarias por bienes en el extranjero no declarados. Rato, según estas fuentes, trasladó su malestar a Montoro porque consideró que esta medida era «desproporcionada» .

TERCER REGISTRO / Rato pasó la mañana de ayer en su despacho, que había abandonado la medianoche anterior después de que el juez de guardia, con el beneplácito del fiscal, acordara su puesta en libertad. Fuentes jurídicas han explicado que los agentes de vigilancia aduanera dejaron encendidos los ordenadores de las oficinas de Rato para llevar a cabo el volcado de los mismos, pero un fallo en el sistema obligó a repetir ayer la operación por lo que fue necesaria la presencia del expolítico.

Estas mismas fuentes también revelaron que durante el registro del domicilio del exvicepresidente del Gobierno se superó un momento de tensión, ya que en la misma finca y planta reside una hermana de Rato a la que Hacienda quiso registrar. En los documentos que portaban figuraba como propietario de la casa una de las sociedades domiciliadas en la casa de Rato. Después de que los agentes constataran que este inmueble era la vivienda habitual de la hermana se centraron solo en la casa del exvicepresidente.

Ahora, Rato está a la espera de que el juez Serrano-Arnal le llame a declarar. Mientras sigue proclamando su inocencia a través de comunicados a la agencia Efe. «No tengo ninguna sociedad en ningún paraíso fiscal», es su nuevo mantra.