NOVEDADES TECNOLÓGICAS EN ACTIVIDADES TRADICIONALES

Parques con cuentos

Modelo 8 El tobogán con la novedad tecnológica, ayer en Sant Cugat.

Modelo 8 El tobogán con la novedad tecnológica, ayer en Sant Cugat.

ALBERT SEGURA / Sant Cugat del Vallès

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Quien diga que las áreas de juego infantiles son estáticas se equivoca. La empresa Kompa ha partido de las instalaciones que actualmente podemos encontrar en plazas de pueblos y ciudades y las ha perfeccionado, permitiendo que los padres y los abuelos puedan interactuar con los niños usando teléfonos móviles y tabletas para descubrir un mundo escondido entre toboganes.

Se trata de una nueva gama

inédita en España, pero que ha tenido muy buena aceptación en Francia. La empresa, cuya sede central está en la ciudad danesa de Odense, ha diseñado los nuevos modelos basándose en el universo imaginario del escritor Hans Christian Andersen. Ayer presentó en Sant Cugat del Vallès sus dos primeras construcciones, dedicadas a la Sirenita y el Patito Feo. «La gracia es que el niño puede jugar en ellas como en cualquier otra, es la típica instalación de doble torreta y tobogán, pero incorpora códigos QR para que descubran otra manera de jugar», explica Mercè Rodés, directora comercial de Kompa.

A partir de estos códigos, el usuario se descarga una aplicación que permite al pequeño jugar in situ pero también sin necesidad de estar en el propio parque. «Por ejemplo, el niño puede seguir al Patito Feo por la estructura y jugar en ella siguiendo las plumas virtuales que va perdiendo mientras camina, pero también puede jugar en su casa y hacerse fotos con el personaje», añade Rodés.

Los nuevos modelos se presentan como una herramienta pedagógica que abre la puerta a la participación intergeneracional, porque se trata de historias que tanto puede conocer el niño como los padres o los abuelos. Una de las opciones permite escuchar el cuento en varios idiomas: catalán, castellano, pero también chino o japonés, entre otros. «En el cuento de la Sirenita se puede cambiar la bandera del barco, y según va variando también lo hacen los nombres que aparecen en el cuento», explica Rodés.

Las estructuras tienen precios asequibles, dado que la empresa ha ajustado su presupuesto a la realidad de las arcas municipales, y asegura que no superan demasiado el precio de los parques actuales (unos 500 euros de media). Por ahora ya son varios los ayuntamientos interesados, el primero Sant Cugat, que prevé adquirir al menos dos unidades para instalarlas en parques cercanos a las bibliotecas municipales.

Kompa facturó 180 millones de euros el año pasado. Tiene una plantilla de 800 trabajadores y su subsede en España está en Mataró, desde donde 14 personas se responsabilizan de la expansión del negocio en España e Italia.