El paro, la inflación y los tipos de interés frenan la mejora del consumo

El Gobierno confiaba en el consumo de las familias para tirar de la economía en el 2011, pero los indicadores existentes no apuntan en esa dirección. El Ministerio de Economía ya ha admitido que el gasto de los hogares no llegará al 1,8% que preveía inicialmente. No se había tenido en cuenta que la renta disponible de las familias va a volver a caer en el 2011 en términos reales por segundo año consecutivo. Que el desempleo --al borde de los cinco millones de parados--, la moderación salarial, la subida del precio del petróleo, el repunte de la inflación (hasta el 3,8% en el mes de abril) y la subida de los tipos de interés van a mermar la capacidad de gasto de las familias. Y que, con tal nivel de incertidumbre, no se puede descartar que las familias se vuelvan a aferrar a la hucha del ahorro, en lugar de abrirla, según el Banco de España.

En la revisión del cuadro macroeconómico presentada el 6 de abril, el Gobierno ya reconoció su error de cálculo. Admitió que el consumo de las familias no va a crecer el 1,8% esperado, sino apenas el 0,7%. Economía confía ahora en que la industria, las exportaciones y el turismo hagan todo el trabajo necesario para lograr que el PIB avance el 1,3% proyectado por el Gobierno a pesar de que el consenso de los expertos limita al 0,8% la previsión de crecimiento para el 2011. "Es verdad que la mejora de la tasa del consumo, en la medida en que la recuperación de la renta disponible es lenta, va a ser muy difícil", admitió el viernes José Manuel Campa.

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