Palabra de McCartney

A Paul McCartney se le tiene por un compositor meloso y dócil, pero en sus cientos de canciones hay todo tipo de registros. Hasta el excéntrico, como en esa canción en que dice: «Escúchame amor, no puedes considerarme responsable / por algo que no sucedió / Te conocí solo un minuto / y tu corazón ni siquiera estaba en ello». Podría pasar por una disculpa por un lance amatorio malhadado, si no fuera porque el tema habla del desplome de las divisas.

The pound is sinking, se llama: la libra se está hundiendo. Y en ese contexto, parece más bien la disculpa de un inversor por no ser fiel a los activos a que dedica su dinero. Un comportamiento que ha vuelto a quedar de manifiesto en las últimas y muy volátiles sesiones bursátiles. La canción venía a la cabeza, precisamente, porque, entre otras monedas, habla del rublo ruso.

El respiro que dio ayer la crisis del gigante del Este -su moneda subió en torno al 10% frente al dólar- permitió a las bolsas ir de menos a más. La decisión del Banco de Rusia de comprar rublos para estabilizar la moneda ayudó. Pero algunos analistas advertían también de que era el típico rebote para apuntarse beneficios con movimientos rápidos.

Con el petróleo ligeramente el alza y Wall Street abriendo en positivo, todas las miradas quedaron pendientes de la reunión de la Reserva Federal, cuyo resultado se dio a conocer al cierre de las bolsas europeas. Tras llegar a caer el 2%, el Ibex cerró con el 0,32% a la baja, en los 10.049 puntos. La prima de riesgo se situó en 118 puntos básicos con un nuevo mínimo del bono (1,77%).