La Oficina Antifraude de la UE investiga a Volkswagen por el 'dieselgate'

Los problemas no paran de acumularse para Volkswagen. La Oficina Antifraude de la Unión Europea (OLAF) ha anunciado que iniciará una investigación contra el grupo de Wolfsburg para estudiar si tras el escándalo de la manipulación de emisiones contaminantes de sus vehículos, conocido como Dieselgate, hay un caso de fraude. Paralelamente, los presidentes de los grupos políticos del Parlamento Europeo (PE) han acordado la creación de una comisión de investigación parlamentaria para esclarecer el escándalo de las emisiones de Volkswagen, una decisión que se votará el jueves en el pleno de la Eurocámara. Se trata de una iniciativa impulsada por los Verdes europeos, que ha logrado el apoyo de la conferencia de los presidentes de los grupos políticos aunque sólo saldrá adelante si la respalda el conjunto del pleno. Por ahora, la propuesta ha conseguido al menos, las firmas de 283 eurodiputados, con el apoyo de varios grupos principales, incluidos socialistas, liberales, la Izquierda Unitaria y los euroescépticos del EFDD, aunque no cuenta con el apoyo del grupo de los populares, que lidera la representación en la Eurocámara.

Según ha revelado el diario alemán Süddeutsche Zeitung, Volkswagen se encuentra ahora bajo sospecha por un presunto desvío de fondos comunitarios que se le proporcionaron para Investigación y Desarrollo hacia otros motivos. El mayor constructor de automóviles de Europa y segundo del mundo ha recibido apoyo de las autoridades desde hace años para tratar de impulsar el potencial económico del sector automovilístico europeo. Desde 1999, la compañía que ahora preside Matthias Müller ha recibido financiación por un valor total de hasta 4.600 millones de euros que tenían la finalidad de desarrollar motores menos contaminantes. Tras destaparse el escándalo, con unas graves repercusiones medioambientales, Volkswagen se encuentra en el centro de todas las sospechas.

SEMANA HORRIBILIS PARA VW

La noticia de que Volkswagen será investigada por un posible fraude por la Unión Europea pone el lazo a una semana muy negativa para el conglomerado empresarial de Wolfsburgo. Ayer, según informó el rotativo económico Bloomberg, el fabricante alemán sufrió los efectos del Dieselgate al protagonizar su mayor caída en cuota de mercado desde que se destapó el escándalo. Mientras que la industria automovilística aumentó un 14% sus vendas hasta noviembre, Volkswagen tan sólo creció un 4,2%, menos de un tercio que sus competidores. Esos resultado ponen aún más difícil la tarea de Müller de hacer remontar la empresa.

Por si no fuera poco, Volkswagen recibió otra mala noticia desde China, un país en que el Dieselgate ha tenido un impacto menor. A pesar de que sólo 1.950 vehículos se han visto afectados por las manipulaciones en las emisiones contaminantes de la empresa, ayer un grupo medioambiental mandarín presentó la primera demanda legal contra la compañía. “Volkswagen es responsable de la destrucción del medio ambiente en China”, sentenció Ma Young, secretario general de la Fundación del Desarrollo Verde y de la Conservación de la Biodiversidad de China.

A falta de más malas nuevas, Volkswagen espera cerrar el 2015 como uno de los peores años de su historia. El gigante de la automoción iniciará el 2016 retirando alrededor de 8,5 millones de sus coches manipulados con la intención de enderezar la compañía y decir adiós al Dieselgate.

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