La OCDE reclama reformas a Berlín y París para activar la UE

nueva advertencia contra la pasividad de Alemania y Francia ante el parón de la eurozona. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) revisó ayer a la baja las proyecciones de crecimiento para la mayor parte de sus países miembros y mostró su preocupación en especial por la zona euro, presentada como el «enfermo» por su secretario general, Ángel Gurría, quien añadió que «hay riesgo de un largo estancamiento en la zona euro». Por ello, reclamó a Alemania más inversiones en infraestructuras y a Francia que liberalice el mercado de trabajo.

Para la OCDE, las expectativas de una muy baja inflación podrían llegar a recortar 0,5 puntos del PIB en la eurozona el próximo año y un punto en el 2016. En cambio, España mantiene su previsión, con un  crecimiento del 1,3% este año, el 1,7% el próximo y el 1,9% el 2016, gracias a los efectos de las duras reformas de los últimos años. Aunque la OCDE advirtió de que estos países no pueden sacar todo el provecho que deberían, por las resistencias de los países centrales, Francia y Alemania, a reformarse.

Las previsiones de la OCDE coincidieron con la publicación del dato del PIB de Alemania del tercer trimestre, que creció el 0,1%. El aumento del consumo privado y de  las exportaciones superior al de las importaciones fueron factores que evitaron que Alemania entrara en recesión. El aumento del consumo privado se cifró en el 0,7%, el mayor crecimiento en tres años, y las exportaciones se incrementaron el 1,9% frente al 1,7% de las importaciones. La solidez del mercado laboral alemán y el aumento de los salarios fomentó el consumo interno, según los expertos, informa J. M. Frau.

El ministro de Finanzas, Wolf-gang Schäuble, reconoció ayer que Alemania se encuentra en condiciones económicas difíciles, pero afirmó contundente: «No estamos en recesión, no estamos en crisis».