La OCDE alerta del riesgo para el empleo de la rebaja salarial

Las rebajas salariales practicadas desde el inicio de la crisis a mediados de la pasada década  han permitido al mercado laboral sortear la recesión e iniciar una tímida recuperación. Sin embargo, continuar por la senda del ajuste en materia de sueldos puede volverse en contra de la recuperación del mercado laboral.

Este es el diagnóstico lanzado ayer por la OCDE en su informe Perspectivas de Empleo 2014, en el que alerta de los riesgos de seguir ajustando a la baja los salarios en los países más afectados por la crisis.

«Puede ser  contraproducente, especialmente en un contexto de inflación de prácticamente cero», refleja el documento del organismo internacional presentado ayer en París. Añade que de seguir estas políticas se eleva el peligro  de caer en la pobreza, además de desacelerar la demanda interna de los países.

La organización recuerda que el ajuste salarial ha sido especialmente notable en la zona euro, donde se ha pasado de aumentar anualmente un promedio de 2,1% al inicio de la crisis, a una rebaja  del 0,1% en el 2009. En el caso de España, los cálculos de la OCDE revelan que desde el primer trimestre de 2009 y el último de 2013, los salarios reales por hora bajaron el 1,8%.

RESCATE / Esto significa que España se situó como el cuarto país donde más bajaron los sueldos de los 34 que integran la organización, por detrás de los tres países que han solicitado el rescate a Bruselas: Grecia

(-5,2%), Portugal (-2,2%) e Irlanda

(-2%). Este descenso en los salarios ha ayudado a restaurar la competitivad de la economía española que antes de la crisis tenía unos costes laborales por encima de la productividad y creciendo a un ritmo mayor que el de Alemania. Sin embargo, la OCDE advierte de nuevo que los recortes han sido «dolorosos» para los trabajadores con sueldos más bajos.

Por otro lado, las proyecciones de empleo apuntan a que el paro en España bajará el 2,2% a finales de 2015. Pese a ello, triplicará la media de la OCDE, que se situará en el 7,1% y duplicará la tasa de paro de la zona euro, que será del 11,2%. Especialmente preocupante sigue siendo el paro juvenil, porque en el segundo trimestre del año casi dos de cada cinco jóvenes estaba en el paro cuando antes de la crisis era uno de cada cinco. Además, la persistencia de este dato pone en riesgo las perspectivas laborales a largo plazo del sector más joven de la población.

También ha experimentado un fuerte aumento el paro de larga duración  (del 19,1% en el cuarto trimestre de 2007 al 52,3% en el primer trimestre de 2014) algo que amenaza con convertir a este sector en parados estructurales que acaban abandonando la búsqueda activa.