El número dos del Banco de España en la crisis salva la gestión de Fernández Ordóñez

José María Viñals, mano derecha de Miguel Ángel Fernández Ordóñez en su etapa de gobernador del Banco de España, ha defendido la gestión del supervisor en la crisis financiera porque "hizo más que otros supervisores". El subgobernador del Banco de España entre julio del 2006 y abril del 2009, ha señalado que el "causante" de la crisis no fue el sistema financiero, sino la caída de la actividad económica desde el 2009 que impactó en una parte importante del negocio bancario vinculado a los créditos hipotecarios.

En su comparecencia ante la comisión del Congreso de los Diputados que estudia los antecedentes y consecuencias de la crisis financiera, el subgobernador durante buena parte del mandato de José Luis Rodríguez Zapatero ha responsabilizado fundamentalmente a las cajas, y no tanto a los bancos, de la crisis que ha costado más de 60.000 millones de euros al erario público.

Cajas y política

Viñals ha apuntado como un lastre en la detección de la crisis y en su gestión el hecho de que las cajas estaban estrechamente ligadas al poder político autonómico, lo que les llevó a tomar "peores decisiones" sobre el negocio vinculado al ladrillo y el riesgo de las operaciones realizadas.

En todo caso ha asegurado que en aquellos momentos era "impensable" que la crisis financiera tuviera un alcance "tan brutal" y una duración tan prolongada como la que ha tenido.

Aunque hubo muchos observadores que advirtieron sobre los desequilibrios económicos de España, se consideraba que el euro y la política monetaria de la Unión Europea (UE) eran un escudo protector. Esperar a que los problemas se resolvieran por sí solos fue una decisión "muy equivocada", ha subrayado Viñals, para quien el "tono laxo" de la política monetaria y los bajos tipos en la eurozona impidieron que se previera una crisis de tal calado.

Créditos sin garantías

Julio Rodríguez López, presidente del Banco Hipotecario (entidad pública ya desaparecida) entre 1985 y 1994, responsabilizó tanto a cajas como a bancos de la concesión de créditos hipotecarios sin límites, no solo a los consumidores, sino a promotores y constructores sin garantías de recuperación.

El que fuera asesor en materia inmobiliaria de Fernández Ordóñez  en el Banco de España ha visto en esta práctica una fuente de alimentación de la burbuja inmobiliaria. A esta situación también han contribuido otros factores como la liberalización del suelo de la mano del Gobierno del PP y la política urbanística de los ayuntamientos que han visto en las promociones inmobiliarias una forma de obtener cuantiosos ingresos.

"Las cajas de ahorro se convirtieron en fuentes de financiación de los planes de los ayuntamientos", ha dicho Rodríguez antes de subrayar que las cajas "murieron de éxito" al tiempo que "perdían dinero".

Este experto ha advertido sobre el hecho de que las ahora son los fondos de inversión de capital extranjero los que controlan el suelo y las promociones de vivienda.