CONTENCIOSO CON LA JUSTICIA DE NUEVA YORK

Argentina negocia contra reloj para evitar la suspensión de pagos

Un juez de EEUU exige al país que abone 1.300 millones de dólares a un grupo de fondos especulativos

El ministro de Economía, Axel Kicillof, atiende a los medios tras abandonar las negociaciones, esta madrugada en Nueva York.

El ministro de Economía, Axel Kicillof, atiende a los medios tras abandonar las negociaciones, esta madrugada en Nueva York. / JM DB**NY**

ABEL GILBERT / Buenos Aires

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¿Hay luz al final del sinuoso túnel? A pocas horas de que Argentina entre en una suspensión de pagos, representantes del Gobierno y Daniel Pollack, el mediador designado por el juez de Nueva YorkThomas Griesa, buscaban esta madrugada contra reloj una solución a un problema de posibles repercusiones globales. "Estamos trabajando fuerte", ha dicho el ministro de Economía, Axel Kcillof, que ha viajado especialmente desde Caracas, donde habían deliberado los países del Mercosur, para participar en la reunión con Pollack. Ya había pasado la medianoche en Buenos Aires y todos los medios de prensa estaban expectantes. "Como es una reunión que todavía está en marcha, no puedo decir más sobre los resultados", ha dicho el ministro, pero en el país ha prendido con fuerza una idea: la posibilidad de disipar el peligro del 'default' ha dejado de ser una quimera. "Seguimos trabajando con toda la seriedad que exige la cuestión", ha precisado Kicillof.

La suspensión de pagos se dibujó en el horizonte después que el Tribunal Supremo de EEUU ratificara en mayo un dictamen de Griesa por el cual se exige a Argentina que pague 1.300 millones de dólares a un grupo de fondos especulativos antes de seguir cancelando sus obligaciones con el casi 93% de los acreedores con los cuales se convino reestructurar los pasivos con una importante quita de capital. El Estado argentino giró el pasado 30 de junio al Bank of New York Mellon (BoNY) 539 millones de dólares en concepto de un vencimiento de la deuda con esos bonistas a los que viene pagándole puntualmente como parte de los acuerdos precedentes. Pero el magistrado ordenó que no se haga efectivo el cobro hasta que no se resuelva la disputa con los fondos especulativos, llamados "buitres" por el Gobierno y el kirchnerismo.

Vence el plazo

Este miércoles 30 de julio vence técnicamente el plazo para abonar ese dinero. Según el diario 'Ámbito Financiero', los bancos argentinos estarían dispuestos a ofrecer una garantía a los fondos especulativos del orden de los 250 millones de dólares si estos acceden a desencallar el conflicto y a que Griesa reponga la medida cautelar que permitiría al país pagar a los otros bonistas y no caer en 'default'.

Argentina insiste en que no pagará a los "buitres" más que lo pactado con los otros bonistas. La razón de esa intransigencia obedece a que el próximo 4 de enero expira la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers) suscrita por aquellos que aceptaron reducciones en el cobro de sus acreencias durante las complejas negociaciones del 2005 y 2010. La cláusula cuyas siglas se han convertido en lugar común en estas últimas horas, habilita a esos acreedores a exigir las mismas condiciones de cobro que otros bonistas. Si la bomba RUFO se activara, Argentina debería pagar unos 120.000 millones de dólares adicionales, en los cálculos más optimistas. Por eso, el Gobierno necesita llegar a 2015 sin esa eventualidad apocalíptica.

Kirchner, fortalecida

La disputa con los "buitres" ha tenido el curioso efecto de fortalecer la alicaída popularidad de Cristina Fernández de Kirchner. "'Default' (suspensión de pagos) es no pagar, Argentina paga. El dinero depositado no puede bloquearse porque pertenece a los bonistas del canje. El juez debe dejar cobrar a sus legítimos dueños", ha insistido la presidenta, que este martes en Caracas recibió el apoyo de los países del Mercusor.

En las últimas semanas, Argentina ha recibido el respaldo de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comisión Económica para América Latina de Naciones Unidas (CEPAL) y el BRICS, entre otros." ¿Qué idea tenemos todos acerca de un juez? De alguien que es imparcial entre dos partes y es neutral frente a las partes y decide de acuerdo a Derecho. Esto no es lo que está sucediendo", ha insistido CFK durante la cumbre de Caracas.

País dividido

La posibilidad de la suspensión de pagos divide las opiniones en Buenos Aires. Un sector de la oposición, así como los medios adversos al kirchnerismo, exhortan al Gobierno a acatar a rajatabla el dictamen de Griesa porque, advierten, de lo contrario, Argentina agravará sus problemas de acceso al crédito internacional, se reducirán las inversiones y será más difícil salir de la actual situación de crisis.

Roberto Lavagna, que era ministro de Néstor Kircher cuando, en el 2005 renegoció exitosamente la deuda externa, ha dicho que es preferible un "tifón (la suspensión de lagos) que un tsunami", en relación a las consecuencias de la clásula RUFO. Lavagna no tiene ya nada de kirchnerista, si es que alguna vez lo fue: se pasó a la oposición en el 2006. No obstante ha reiterado que si se priorizara a los "buitres" en este pleito, se vendría abajo todo el proceso de reestructuración de la deuda. "Yo privilegio al 93% que ingresó al canje (de bonos)", ha subrayado.

De acuerdo con Horacio Verbitski, columnista del diario 'Página 12', cercano al Gobierno, Argentina podría sobrellevar incluso la posibilidad de una suspensión de pagos a la que habría sido conducida por el juez de Nueva York. "En ese momento será posible convocar al nuevo canje, algo que con toda probabilidad será aprovechado por quienes reestructuraron sus tenencias en el 2005 y el 2010, porque les permitirá volver a cobrar eludiendo el escollo judicial con el que Griesa intentó someter a Argentina. Ya sin esa vulnerabilidad, si el 85% de los 'hold-in' aceptara la oferta, la cláusula de acción colectiva que ahora se incluye en toda reestructuración forzaría la aceptación del resto. Así, el arma que hoy apunta al corazón de Argentina se vería como una inofensiva pistola de juguete. Recién entonces el total de los 'hold-out' apreciarían la conveniencia de aceptar la negociación justa, equitativa y legal que la Argentina les sigue ofreciendo, salvo que prefieran perder veinte años persiguiendo fragatas, aviones y centrales nucleares fantasma", ha escrito Verbitski.