Montoro impone a las autonomías dedicar los ingresos extras al déficit

Catalunya se niega a ajustar 1.500 millones y alerta, como otras comunidades, de que superará el 0,3%

G.ROBLES / P.ALLENDESALAZAR / MADRID

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Como había adelantado ya el Ministerio de Hacienda, anoche se impuso gracias al voto de calidad del Gobierno un objetivo de déficit lineal del 0,3%a las autonomías para el 2016. De nada sirvieron las reiteradas peticiones de la mayoría de comunidades de volver a la asimetría que imperó en el 2013, ni el hecho de que el presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AirefAiref), José Luis Escrivá, abogara en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) y en presencia del propio minsitro de HaciendaCristóbal Montoro, por establecer objetivos diferenciados y más realistas, a fin de no desprestigiar con nuevos incumplimientos la reglas del juego de la estabilidad presupuestaria.

No hubo concesiones. Ni siquiera con la inyección de unos ingresos adicionales de 7.455 millones que van a recibir el próximo ejercicio las autonomías, como anunció recientemente Mariano Rajoy en un acto, porque conlleva condiciones: tendrán que dedicarse a la reducción de déficit deuda. «Cualquier intento de gastar más es imposible», advirtió Montoro, aferrándose a la aplicación de la regla de gasto de la ley de estabilidad para justificar su posición proausteridad.

De dichos ingresos extras, a Catalunya le corresponden 1.861 millones, lo que supone un incremento del 12% respecto al año anterior. Pero el conseller catalán, Andreu Mas-Colell, le restó relevancia a esta cuantía. De hecho y pese a haber presentado ayer su Plan Económico-Financiero, el único que resultó aprobado, advirtió a la salida del consejo de que no tiene intención de recortar los 1.500 millones que se le requieren para cumplir con el objetivo de déficit previsto. «No lo pensamos hacer», recalcó.

CHOQUE CON MAS-COLELL

Las declaraciones del político catalán le resultaron «curiosas» a Montoro. «Me resulta chocante que quien presenta el PEF diga luego que no piensa cumplirlo. No sé si él seguirá en el gobierno pero esto no es cuestión de voluntad, sino de leyes», afirmó enojado. En la misma línea, el titular de Hacienda agregó que presentar el programa o aceptar el incremento de recursos que llega desde el Estado es «la práctica», mientras que la apuesta por la independencia es «una teoría imposible».

Pero el nuevo mapa político fomenta que los enfrentamientos no sean solo con Catalunya, sino con la mayoría de autonomías, ahora de izquierda. Así, elministro se negó a aceptar que, como le reclamaban 10 autonomías (también la catalana) se pidiese a la Airef un estudio para revisar el reparto del déficit entre Estado y comunidades. «No oigo más que lamentos. Dejen de quejarse y aprueben un plan de medidas», les espetó Montoro a los consejeros rebeldes.