Momento crucial para el Port

El Port de Barcelona, infraestructura clave para la internacionalización de nuestra economía, se encuentra en un momento crucial para su futuro. Entre los años 2000 y 2016 el Port ejecutó la ampliación más importante de su historia. Las grandes obras están hechas, la instalación está lista para afrontar las necesidades de las próximas décadas. En este periodo, el Port de Barcelona invirtió 2.000 millones de euros y captó otros 2.000 millones de capital privado para completar la infraestructura portuaria más potente del sur de Europa.

Las piezas están ya en su sitio. Desde que culminamos la ampliación, nuestro esfuerzo se dirige a consolidarnos como el primer polo logístico de la región euromediterránea, un objetivo para el que no basta con tener la mejor instalación portuaria. La batalla se libra ahora en el terreno del servicio, de la gestión, de la productividad y de la competitividad con una meta clara: que el Port de Barcelona ofrezca las cadenas logísticas más eficientes, con atributos que superen a la competencia. El Port de Barcelona está trabajando en múltiples frentes para garantizar que las cadenas que utilizan sus servicios marítimos, terrestres y logísticos sean las más eficientes -tanto a nivel económico como medioambiental- del mercado.

Las claves para lograrlo están recogidas en el III Plan Estratégico del Port que presentamos hace dos años. De manera muy sintética, podemos decir que desde entonces nos hemos centrado en tres ámbitos: potenciar los servicios diferenciales del Port, impulsar la innovación y la sostenibilidad, y fortalecer el hinterland (mercado interior del Port).

La marca de calidad Port Efficiency Network, nuestro Port Community System (Portic) y nuestra extensa gama de Servicios de Atención al Cliente son puntos fuertes de esta estrategia. Además, en los últimos años, numerosas iniciativas han consolidado Barcelona como un smart port de referencia. Uno de nuestros logros más recientes es el Plan de Mejora de la Calidad del Aire del Port de Barcelona, que entronca con el objetivo de crecer de forma sostenible. Es una apuesta decida por el gas natural licuado (GNL) como combustible alternativo de movilidad para buques, camiones y maquinaria de terminal, con una ventaja evidente: el GNL supone reducir un 80% las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y suprimir las partículas en suspensión y los óxidos de azufre (SOx).

Además, seguimos fortaleciendo y ampliando las terminales marítimas interiores que constituyen la base de nuestro puerto en red en Zaragoza, Azuqueca y Yunquera de Henares, Coslada, Noain (Pamplona) y Perpiñán, para que las empresas del interior del territorio tengan un acceso eficiente a nuestra oferta.

2016 fue un año muy positivo para el Port. Nuestros tres tráficos estratégicos (contenedores de export/import, vehículos y pasajeros) lograron récords históricos y nuestro cash flow creció el 17%. Tenemos la confianza de que el Port de Barcelona se encuentra bien posicionado para alcanzar los objetivos marcados en el III Plan Estratégico y sobre todo, para impulsar la internacionalización, consolidar los sectores estratégicos del país y generar trabajo y riqueza en nuestro entorno.