La nueva política económica

El ministro de Economía confirma que la recesión ha vuelto a España

Desde la izquierda, Miguel Temboury, subsecretario; García-Legaz; De Guindos, Rosa María Sánchez-Yebra, directora de gabinete; y Jiménez, ayer.

Desde la izquierda, Miguel Temboury, subsecretario; García-Legaz; De Guindos, Rosa María Sánchez-Yebra, directora de gabinete; y Jiménez, ayer.

ROSA MARÍA SÁNCHEZ
MADRID

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El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, anticipó ayer que la economía española ha entrado en recesión en el cuarto trimestre del 2011 y que el primer semestre del 2012 va a ser muy duro. «Que nadie se engañe, los dos proximos trimestres no van a ser sencillos ni para el crecimiento ni para el empleo», advirtió ayer durante la toma de posesión de altos cargos del ministerio. Sin utilizar la palabra recesión, el ministro confirmó que el cuarto trimestre del 2011 se cerrará con un decrecimiento de dos o tres décimas y que la economía «se adentrará en el 2012 con un perfil relativamente desacelerado».

Además, con casi total probabilidad la cifra de parados ya superará la barrera de los cinco millones en esta última parte del 2011. La encuesta de población activa del tercer trimestre dio como resultado una cifra de 4.978.300 parados y desde entonces el número de personas sin empleo registradas en los servicios públicos no ha dejado de aumentar.

El ministro señaló que la difícil situación de la economía española supondrá «un acicate» para impulsar las reformas necesarias, entre ellas las del sector financiero, que juzgó «vital e imprescindible». Su departamento -según dijo-, además, «apoyará» al de Hacienda en el proceso de reducción del déficit público y al de Empleo, en la reforma laboral.

REFORMAS PENDIENTES / De Guindos subrayó la agenda «muy profunda y amplia» de reformas que el ministerio va a acometer en el próximo semestre en los mercados de bienes y servicios con el objetivo, entre otros, de eliminar trabas burocráticas y facilitar la creación de empresas. También aludió a la integración en el ministerio de las competencias de ciencia e innovación. «Difrutad ahora porque queda una agenda burocrática» dijo en tono distinguido a los secretarios de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, y de Comercio, Jaime García-Legaz, que ayer tomaron posesión de su cargo. Falta por designar la persona que ocupará Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación.

La vuelta a la recesión de la economía española es algo que ya había apuntado el jefe del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, y constituye un pronóstico compartido por un buen número de analistas.

REDUCCIÓN DEL GASTO / Ayer, la fundación de las cajas de ahorros Funcas publicó un nuevo número de su revista Cuadernos de Economía en el que augura tasas negativas de variación del PIB durante tres trimestres consecutivos (el cuarto del 2011 y los dos primeros del 2012). Así, el conjunto del año próximo se saldaría con una caída media del PIB del 0,5% «con importantes riesgos de incumplimiento a la baja», subrayan los autores del el informe, Ángel Laborda y María Jesús Fernández. Se calcula que en el 2012 se destruirá el 2% del empleo y que la tasa de paro llegará al 23%.

Con tan bajo nivel de crecimiento y una inflación previsible en el entorno del 1,5%, Funcas calcula que los ingresos apenas crecerán el 0,8% el año que viene. Ello obligará a una intensa reducción del gasto, que Funcas estima en el 6,4% (el 8,3% si se excluyen los gastos financieros, que crecerán el 27%), para lograr situar el déficit público en el objetivo del 4,4% del PIB a final de año. El servicio de estudios realiza estos cálculos después de dar por hecho que el objetivo de déficit del 6% del PIB fijado para el 2011 se incumplirá y que en realidad se situará en el 7,5%.

Según Funcas, tales ajustes de gasto se convertirán en «la causa principal de la caída del PIB y del empleo previstos para el 2012». La fundación subraya que sin embargo «no quedan alternativas para una actuación distinta (de la corrección del déficit) por parte de las autoridades españolas» en el actual contexto de deuda soberana. No obstante aconseja no dejar de lado la política de impuestos como una herramienta adicional a los recortes de gasto para ayudar a cuadrar las cuentas.