Miedo, incertidumbre y duda

Gene Amdahl, un empresario que fundó la compañía que lleva su apellido después de abandonar IBM, se dio cuenta de que los comerciales de su antigua compañía atemorizaban a sus clientes para que no firmaran con él. Lo bautizó como FUD (miedo, incertidumbre y duda, en sus siglas en inglés) y el concepto se ha extendido para definir una estrategia comercial o política que consiste en diseminar falacias para perjudicar a un adversario.

La clave, eso sí, es que el rumor que se extiende sea falso, porque sino estaríamos hablando de otra cosa. Pero, claro, muchas veces lo lógico es desconfiar pues es difícil saber cuánta verdad se esconde en un mensaje. El Financial Times, por ejemplo, afirmaba ayer que el Fondo Monetario Internacional ha pedido a la Comisión Europea y al Banco Central Europeo que acepten una nueva quita de la deuda griega para desbloquear las negociaciones para un nuevo rescate del país.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, lo desmintió pero el miedo, la incertidumbre y la duda ya se habían instalado en los inversores y no se los sacudieron de encima a pesar de las palabras del germano. El temor a Grecia sigue en el centro del escenario e impidió, en el caso de la bolsa española, sacar partido del buen dato de empleo y de la mejora de las previsiones del país por parte de Bruselas.

El Ibex 35, así, cayó ayer el 2,74%, hasta los 11.115,6 puntos, en su segunda peor en lo que va de año, mientras que la prima de riesgo subió desde los 105 puntos básicos hasta los 128.