CUMBRE EN BRUSELAS CON CONTINUACIÓN EL MIÉRCOLES

Merkel impone su tesis sobre el fondo de rescate europeo

La Unión Europea estudia avalar la deuda pública de los países 'acosados'

Angela Merkel regala a Nicolas Sarkozy un peluche para su hija recién nacida y él le pasa su móvil para que felicite a su mujer, Carla Bruni, el domingo, en Bruselas.

Angela Merkel regala a Nicolas Sarkozy un peluche para su hija recién nacida y él le pasa su móvil para que felicite a su mujer, Carla Bruni, el domingo, en Bruselas. / AA

ELISEO OLIVERAS / Bruselas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los líderes de la eurozona se orientaron anoche a utilizar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera para avalar parcialmente la deuda pública de países sometidos a acoso especulativo, como España e Italia, como nueva herramienta para poner fin a la crisis de la deuda pública europea, que amenaza con desestabilizar la economía mundial. Esto permitiría multiplicar la capacidad de intervención del fondo de rescate de sus 440.000 millones de euros actuales hasta como mínimo 1 billón y poder combatir con medios reforzados las ataques especulativos contra la deuda europea.

La discusión sobre el reforzamiento del fondo de rescate para convertirlo en un efectivo cortafuegos que ponga fin al contagio de la crisis griega al resto de países continuará el próximo miércoles en una nueva cumbre extraordinaria de la eurozona ante la complejidad del tema y los detalles técnicos que aún deben perfilar los ministros de Economía y Finanzas.

La discusión durante la cumbre descartó la propuesta inicial francesa de dotar al fondo de rescate con una licencia bancaria para poder recurrir a la financiación prácticamente ilimitada que podría ofrecer el Banco Central Europeo (BCE).

Sarkozy cede

La cancillera alemana, Angela Merkel, y el BCE se opusieron tajantemente a esa posibilidad, porque en su opinión constituiría una violación del Tratado de la Unión Europea (UE), que prohíbe al BCE financiar la deuda pública de los estados miembros. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, pese a contar con el respaldo de España y la mayoría de los países de la eurozona, se vio obligado a ceder frente al bloque formado por Alemania, Holanda, Finlandia y el BCE.

Los líderes comenzaron también a estudiar la posibilidad de complementar la capacidad de intervención del fondo de rescate mediante la creación de una especie de agencia adicional para intervenir en el mercado de deuda y que podría estar financiada colectivamente por instituciones monetarias, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) e incluso el BCE, y que podría estar abierta a la participación de fondos privados y públicos.

La posibilidad de que en esa estructura especial pudieran acabar aportando fondos países como China, Rusia o los países petroleros preocupa a algunos líderes europeos por temor a que la eurozona acabara perdiendo soberanía y control sobre la moneda única europea.

Los líderes de la eurozona continuaron también discutiendo sobre el quebranto que deben exigir a la banca y a los inversores privados en su cartera de deuda pública griega para aligerar la carga financiera que aplasta al país y posibilitar que pueda remontar la crisis.

Deuda pública griega

Merkel defendió que el quebranto sea el 60% de la inversión, siguiendo las recomendaciones del informe de los expertos de la UE-FMI que consideró esa era la cifra mínima para lograr reducir la deuda griega al 110% del producto interior bruto (PIB) en el 2020. Actualmente, la deuda griega supera los 350.000 millones de euros y equivaldrá al 162% del PIB a final de año. Otros países, como Francia, consideraron que un quebranto del 60% era excesivo, por el impacto en las cuentas de los bancos nacionales. La banca aceptó en julio una pérdida del 21% en su inversión griega, pero ha resultado insuficiente.

La adopción de un plan definitivo de rescate de Grecia también ha quedado pendiente para la cumbre del miércoles, junto a la formalización del compromiso alcanzado la víspera para recapitalizar en unos 100.000 millones los grandes bancos europeos.

Como complemento del reforzamiento de la capacidad de intervención del fondo de rescate, «varios países de la eurozona deberán convencer a sus demás socios de aquí al miércoles que están aplicando las medidas prometidas de forma completa», anunció el presidente de la UE, Herman van Rompuy, al concluir la reunión. Italia es uno de estos países, según Van Rompuy. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anunció al partir que hoy propondrá una reforma del sistema de pensiones. A pesar de que todos los temas han quedado abiertos tras el maratón negociador iniciado el viernes con el Eurogrupo, los líderes se mostraron convencidos de que alcanzarán un acuerdo global en la cumbre del 26 de octubre.