MOTOR PARA LA ACTIVIDAD ECONÓMICA
Máster para emprender en el futuro alimentario
La Universitat Abat Oliba impulsa una formación internacional basada en la sostenibilidad ética
Eduardo López Alonso
Periodista.
Trabajo en El Periódico de Catalunya desde 1992, la mayor parte de ese tiempo en la sección de Economía. Ahora, en la sección Panorama que agrupa a Economía, Política e Internacional. Antes estuve en el diario ABC (Economía), Televisión Española (Economía), Grupo Recoletos (gratuitos locales) y en el ámbito de las televisiones locales (realizador). Licenciado en periodismo, diplomado en publicidad, máster de Información de Económica por la UAB y el Col·legi de Periodistas de Catalunya, cursé el doctorado de Económicas en la Universitat de Barcelona, pendiente de tesis doctoral ('Gestión de medios de comunicación en tiempos de crisis'). Autor del libro 'Las prejubilaciones del menosprecio'.
EDUARDO LÓPEZ ALONSO / BARCELONA
Catalunya es un motor agroalimentario europeo indiscutible y requiere profesionales que recojan el relevo con nueva energía y enfoques adaptados a los tiempos actuales. Emprendimiento y sostenibilidad son dos conceptos de moda más colmados de contenido de lo que pudiera pensarse y que se adaptan al sector agroalimentario sin fisuras. Es lo que plantea el nuevo máster internacional en Food & Beverage Sustainable Entrepeneurship que impulsa la Universitat Abat Oliba CEU de la mano de la Università degli Studi de Torino y la South Bank University de Londres. Triplete de ases especializados que unen sus fuerzas amparados por el paraguas de interculturalidad imprescindible en un entorno empresarial en el que las ventas en el extranjero son clave.
El contexto teórico que envuelve el planteamiento académico ha sido definido en torno a las ideas plasmadas por el economista John Elkington, decano de la denominada economía de la sostenibilidad, que entiende que las empresas deben perseguir el beneficio no solo económico, sino también en términos sociales y de medioambiente. Desde ese punto de partida, la formación superior propuesta por Abat Oliva dirigida a emprendedores o profesionales con formación superior quiere cimentar esos principios.
«El objetivo del máster es propiciar la aparición de nuevas empresas que hagan suyos esos argumentos de sostenibilidad, aprovechar la actitud proactiva de los estudiantes para que se traduzca en productos y servicios beneficiosos para la sociedad», explica Joan Ripoll, director del máster en la Universitat Abat Oliba. El objetivo del máster es dotar de los elementos financieros, capacitación y de formación suficientes para conseguir el éxito en los negocios.
Ripoll destaca la importancia de realizar una formación internacional con Turín, dado el peso del sector agroalimentario de la región italiana del Piamonte, y con Londres, que aporta a los estudiantes su experiencia internacional en gestión y responsabilidad social. Con un año y medio de duración, cada semestre se cursa en una ciudad diferente (Barcelona, Londres y Turín), lo que otorga experiencia y contacto directo con mercados distintos y profesionales cualificados.
Aval formativo
El máster deberá servir a los estudiantes como un aval formativo suficiente para conquistar fuentes de financiación externas para sus proyectos en el futuro. El coste inicial del curso (12.000 euros) podrá compensarse en parte con el apoyo y esponsorización de empresas del sector, y también mediante prácticas remuneradas. También es posible integrar el máster en programas formativos de Erasmus.
En opinión de Ripoll, las áreas del sector agroalimentario con vías de desarrollo más claras serán las vinculadas a la cadena de suministro y a la energía. Resalta, no obstante, que «las mejores ideas son fruto de la casualidad y la experiencia, y el objetivo del máster es propiciar la aparición de esas ideas y llevarlas a la realidad tras el periodo de formación».
Frente a los proyectos que buscan la mera maximización de los márgenes comerciales, generalmente vinculados a las actividades más próximas al consumidor, Ripoll resalta las iniciativas del sector que estrechan los pasos entre el productor y el consumidor. Lo ideal es que cualquier proyecto sea capaz de conjugar ese compromiso entre productores y consumidor sin implicar por ello limitar el ámbito de actuación, las ventas en el extranjero.
Banc dels Aliments, Cáritas o Àrea de Guissona son algunos de los ejemplos que formarán parte del análisis académico, por haber sabido aglutinar líneas de acción empresarial en un contexto ético.
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