Mas presenta la reforma como el final de una «discriminación»

artur Mas ha aplicado la primera norma del manual del político: tener contentos a los suyos. En el caso de la nueva reforma del impuesto de sucesiones, satisface solo a una representación simbólica de los votantes próximos a CiU. Con los datos del último ejercicio, de los 5.000 declarantes actuales, 529 reciben legados superiores al millón de euros, muchos de los cuales, si existiese una listaForbescatalana, aparecerían en ella. El presidente de la Generalitat compareció ayer ante los medios de comunicación con la satisfacción del deber cumplido. En su programa electoral ya prometió rebajar este tributo y lo ha hecho coincidiendo con la culminación de sus primeros 100 días en el cargo. La fecha elegida es tan emblemática como la medida aprobada. Mas la presentó como el final de la «discriminación» de Catalunya respecto a otras comunidades como Madrid y Valencia.

Elpresidentesgrimió dos argumentos para ampliar a las rentas más altas la rebaja que el tripartito ya aprobó para el resto de contribuyentes. El primero es que, según el Govern, se evitará la fuga de capital a otros territorios. «Se elimina la competencia fiscal», afirmó en rueda de prensa. La segunda motivación es dar cumplimiento al programa electoral de CiU: «Generamos confianza porque cumplimos. Siempre dijimos que actuaríamos de manera inmediata».

¿CONTRADICCIÓN? / El Govern considera que la aprobación de una medida que beneficia a las clases más altas no es improcedente en un escenario de crisis y pese al goteo diario de nuevos recortes. Es, asegura, una cuestión de filosofía. CiU considera que el impuesto es discriminatorio para todos los contribuyentes, también para los que disponen de las rentas más altas. Además, añade, las grandes fortunas recurren a la ingeniería financiera para tributar fuera de Catalunya.

Quien hace semanas puso fecha a esa inmediatez fue el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, quien, a pesar de que formalmente no es miembro del Ejecutivo catalán, anunció que la reforma del tributo se aprobaría antes de las elecciones municipales. Posteriormente, el secretario del Govern, Germà Gordó, generó cierta confusión al avanzar algunos detalles del proyecto. Finalmente Mas decidió coger las riendas y ordenó silencio a los miembros de su Gabinete.

El Govern enviará ahora el texto al Parlament, donde da por hecho que la reforma prosperará gracias a los votos del PP, que ya había presentado en la misma Cámara una propuesta similar. Será una de las fotografías de la legislatura.