la polémica

Malestar contenido por la formación

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El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dedicó unas cuantas horas a los patronos catalanes. Además de almorzar con la junta de Foment del Treball, pronunció un discurso ante la asamblea general. Se pasó más de tres horas con ellos.

Aunque en la organización, al igual que en los sindicatos, existe un enorme malestar por la reforma de la formación a trabajadores que prevé el Gobierno, este tema no salió durante el encuentro con el ministro, aseguraron algunos de los participantes.

«Es competencia de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, no del titular de Hacienda», explicaron. En todo caso, el real decreto ley que el Ejecutivo tiene a punto busca dar un vuelco al sistema de formación de parados y trabajadores en activo. Los cambios dan al Ministerio de Empleo todo el poder sobre unos fondos que este año ascienden a 2.082 millones de euros y supone cortar drásticamente el grifo de los fondos de formación que gestionaban hasta ahora las patronales y los sindicatos. Con esta reforma, el Ejecutivo pretende poner tierra de por medio ante el reguero de fraudes que han salpicado a los agentes sociales y a las administraciones en las últimas décadas, desde el caso Pallerols hasta el de los ERE.

En ámbitos de la patronal consideran injustificado trasladar la responsabilidad de la formación de trabajadores y personal en activos a otros actores. «Debemos participar, aunque sin privilegios, como un actor más. Lo que carece de sentido es que a las patronales se les reserve el papel de formar a parados», explicaba un empresario antes de entrar en el almuerzo con el ministro.

Por su parte, Foment presentó ante la asamblea la renovación de todos los órganos consultivos

-Consejo Asesor, Consejo Consultivo y comisiones asesoras-- tras las elecciones del 4 de diciembre. El presidente de la entidad, Joaquim Gay de Montellà, se impuso para un segundo mandato con «la unidad» como valor. Gay de Montellà destacó el impulso de Foment a la creación de un centenar de empresas a partir del asesoramiento a un total de 800 proyectos.

También anunció la celebración en junio de una cumbre por la industria: «Es un pilar fundamental de nuestra identidad empresarial y la llave de nuestro futuro como sociedad». En su discurso ante la asamblea destacó que Catalunya es actualmente una de las regiones más industrializadas de Europa «y tiene la capacidad de conseguir el objetivo de situar la industria en el 20% del PIB, tal y como han marcado las directrices comunitarias».