La «madre» de la Generalitat

Guindos dice que el Estado «siempre estará detrás» de Catalunya, como una progenitora que le defiende de los mercados, que son la «madrastra»

Cordialidad 8 Guindos saluda el viernes por la noche al 'president' Artur Mas en la 19 Trobada en S'Agaró.

Cordialidad 8 Guindos saluda el viernes por la noche al 'president' Artur Mas en la 19 Trobada en S'Agaró.

AGUSTÍ SALA / CASTELL-PLATAJA D'ARO

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El lema desde La Moncloa es claro: el Estado es quien mantiene a flote a Catalunya. Y el ministro de Economía, Luis de Guindos, se encargó además de darle un toque familiar y del cuento de La Cenicienta. Durante una cena-coloquio en el marco de la 19 Trobada d'Economia a S'Agaró, aseguró que el Estado actúa como «la madre» de la Generalitat, a la que defiende de los mercados, que son «la madrastra» al no proporcionarle financiación. Ante empresarios y directivos, a la pregunta de si el Gobierno asumirá parte de la deuda catalana, se limitó a asegurar que el Estado «siempre va a estar detrás de la Generalitat, pase lo que pase», que es «lo que hacen las madres».

A finales de este año, el Tesoro será ya el titular de alrededor del 60% de la deuda de la Generalitat, frente a cerca del 50% de la actualidad. En este apartado se incluyenlos los recursos procedentes del fondo de liquidez autonómica (FLA) y de los planes de proveedores, explicó.

De hecho, para el ministro, si se mantiene la tendencia, «en tres o cuatro años, las autonomías dependientes del FLA recibirán del Estado la mayoría de sus recursos». Y eso a Guindos no le preocupa «porque todos somos el mismo Estado».

Según dijo, gracias a los distintos instrumentos de liquidez ante la imposibilidad de recurrir a los mercados, Catalunya se ahorrará unos 7.000 millones de euros en intereses a lo largo de la vida de la deuda. A su vez reiteró que para los mercados es «impensable» la independencia de Catalunya. La idea, agregó, es que siga dentro de España «después de una negociación con plateamientos que pueden estar abiertos».

Antes de su intervención el ministro entró en la sala mientras el president Artur Mas pronunciaba aún su discurso y le interrumpió para estrecharle la mano. El jefe del Ejecutivo catalán había pedido al Estado, al que responsabilizó «directamente de lo que pasa en Catalunya», que «se la juegue» y haga «ponga una propeusta sobre la mesa».

El encuentro, el primero entre el jefe del ejecutivo catalán y un miembro el gobierno español tras la querella por el 9-N, fue breve pero cordial. Y provocó una ovación del auditorio de empresarios. Entre ellos estaban el consejero delegado de Saba, Josep Martínez Vila; el director general de Factorenergía, Emili Rousaud; los fundadores de Starlab, Giulio Ruffini y Ana Maiques o el presidente de Comsa Emte, Jorge Miarnau.

No estaba, en cambio uno de los asiduos y patrocinador del encuentro, Josep Lluís Bonet (Freixenet), nombrado presidente de la Cámara de Comercio de España. Pero sí en espíritu porque la presidenta de la Fundació Internacional Olof  Palme, Anna Balletbó, organizadora de la Trobada, se refirió veladamente a Freixenet, cuyo presidente reiteradamente se ha pronunciado por mantener a Catalunya dentro de España, al pedir a Mas que vele por el respeto a las posiciones distintas.

Balletbó reclamó que «no haya campañas ni tweets ni cositas como la vista hace solo 24 horas contra un cava catalán», en referencia a los mensajes en las redes sociales de la diputada de Unió, Elena Ribera, que sugirió que Freixenet podía perder dos millones de consumidores catalanes por su eslogan navideño Por los próximos 100 años juntos. «Hace unos años ya hubo campañas contra nuestro cava desde fuera de Catalunya, ahora solo faltaría que las hubiera contra nuestro cava desde dentro de Catalunya», sentenció.