Talleres de coches a la baja

Los coches viejos son muy diferentes de los ancianos humanos. A diferencia de lo que sucede con el envejecimiento de las personas, que suele generar más gasto en la atención sanitaria por el incremento de las dolencias, los automóviles huyen de los talleres a medida que van sumando años en funcionamiento. La filosofía de muchos automovilistas propia de la crisis de exprimir la vida útil de los turismos hasta que aguanten sus pistones está provocando un preocupante agujero en las cajas de los talleres mecánicos.

La consecuencia de esa huida de clientes con vehículos envejecidos será una reducción de los ingresos por reparaciones en un 6,5% este año en España, al situarse en 9.455 millones de euros, según un estudio que la consultora Audatex presenta hoy en la cuarta Jornada de Automoción organizada por Faconauto, Fecavem y Esade Alumni. En Catalunya, el golpe será algo más suave con una caída prevista del 5,9%, que dejará la facturación en 1.453 millones.

El descenso de las ventas de coches nuevos registrado durante la crisis, en la que el volumen de matriculaciones ha caído a la mitad, junto con el alargamiento de la vida útil de los vehículos en circulación está provocando que España se convierta en un país de viejos cacharros en las carreteras.

Alrededor de la mitad del parque automovilístico tiene ya más de 10 años y se prevé que el peso siga aumentando en los próximos años debido a que el repunte de las ventas de turismos nuevos será todavía insuficiente para absorber el impacto de la crisis. La media de edad de los coches entregados para su desballestamiento en el plan Pive es de unos 16 años.

La tipología de coche que ha subido más en los últimos años es la del turismo mileurista, es decir, que ha sido adquirido por un precio situado alrededor de los 1.000 euros por su elevada antigüedad. Eso hace que sus propietarios eviten ir al taller y que lo hagan únicamente cuando sea imprescindible y siempre que la reparación no supere los 1.200 euros, según el resultado del estudio llevado a cabo por Audatex con los datos de 4,2 millones de valoraciones de reparaciones de vehículos.

El impacto económico del envejecimiento del parque automovilístico va por zonas. En Catalunya, los más afectados son los talleres de Girona, con un retroceso en los ingresos de casi el 13% seguidos por los de Tarragona (10%), Lleida (7,8%) y Barcelona (4,5%).

Coches viejos

Las diferencias tienen relación directa con el peso de los coches más envejecidos, que supera el 50% fuera de Barcelona. Los talleres oficiales de los concesionarios sufren todavía más puesto que además de tener clientes que se gastan menos dinero también reciben la pérdida de otros que se van a las cadenas o los mecánicos independientes en busca de un precio más económico.

Los responsables de los concesionarios catalanes debatirán hoy precisamente el futuro de su modelo de negocio, que en el caso del servicio de postventa va a un ritmo diferente de las matriculaciones y tardará todavía años en recuperarse.