JORNADAS DEL CERCLE D'ECONOMIA

Los empresarios piden estabilidad para consolidar la recuperación

Los líderes del PP, PSOE y C's intentan ganarse a los patronos ofreciéndoles gobernabilidad

De izquierda a derecha, Javier Vega, Fernando Abril, Juan José Brugera, Juan Miquel Villar Mir y Marc Puig, recordaron a José Manuel Lara Bosch.

De izquierda a derecha, Javier Vega, Fernando Abril, Juan José Brugera, Juan Miquel Villar Mir y Marc Puig, recordaron a José Manuel Lara Bosch.

OLGA GRAU / AGUSTÍ SALA / SITGES

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Las jornadas anuales del Cercle d'Economia son un termómetro del estado de ánimo de la clase empresarial española y catalana y de la marcha de la economía. Así, si el año pasado el foco giraba alrededor de los riesgos para la economía que los empresarios percibían de una posible independencia de Catalunya atizada por las fuerzas soberanistas, este año el temor a las izquierdas radicales encabezadas por movimientos emergentes como Barcelona en Comú y Podemos han desplazado la atención de la clase empresarial. Los dirigentes empresariales discuten de política de forma exclusiva en los pasillos y temen que la inestabilidad perjudique la incipiente recuperación económica española.

También el programa de las XXXI jornadas del Cercle celebradas en la pequeña localidad de Sitges da muestra de la centralidad que la situación política se ha cobrado en detrimento de la economía. En tres días habrán pasado por este encuentro, al que tradicionalmente habían acudido gurús económicos nacionales e internacionales, un elenco de dirigentes políticos en el tablero de los pactos políticos y de las futuras elecciones: Artur Mas, Albert Rivera, Pedro Sánchez, Luis de Guindos y hoy, sábado, en la última sesión, Oriol Junqueras y Mariano Rajoy.

LOS TEMORES

Los empresarios coincidieron ayer en que la recuperación de la economía española es una realidad pero la inestabilidad política puede truncarla. Todos los empresarios se abonaron a la tesis que destacó el ministro de Econonía Luis de Guindos en la víspera: ««Lo fundamental es que no se reviertan las reformas ». Conscientes de los temores empresariales, los políticos han querido ganarse a la audiencia a base de prometer estabilidad. Así lo hizo Rivera en su discurso del jueves. Y en la misma línea atacó ayer el lider del PSOE, Pedro Sánchez, que se presentó como garantía de estabilidad.

La exministra de Exteriores en la época de José María Aznar, Ana Palacio, agitó el temor de movimientos radicales al opinar que el éxito electoral de Podemos y Ada Colau son ejemplos de que impera «la nostalgia», en su caso por una Arcadia feliz, o como le ocurre a IS -nombre por el que se conoce al Estado Islámico- con el Califato del siglo XI.

Después de sucesivos años en los que los empresarios han registrado caídas de sus negocios, esta vez los testimonios reflejaban mejores perspectivas de crecimiento. Ayer, en el marco del debate La ambición de crecer, el presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, destacó que el crecimiento es «claro» en España gracias a que las empresas vuelven a invertir en tecnología.

Durante la sesión, en homenaje al recientemente fallecido presidente de Planeta y del Cercle d'Economia, José Manuel Lara Bosch, el principal ejecutivo de Puig, Marc Puig, al igual que Abril-Martorell, destacó la mejora económica. El presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir, cuya filial mexicana se ha visto salpicada por un presunto caso de corrupción, destacó la importancia de internacionalizarse.

Tanto la presidenta de Siemens España, Rosa García, como el vicepresidente de Relaciones Institucionales de Seat y del grupo Volkswagen en España, Ramón Paredes, se mostraron más optimistas sobre la economía española que en anteriores ediciones.