Las webs chinas se fijan en los consumidores españoles

Hasta el 20% de los pedidos proceden de España en algunas plataformas asiáticas de venta a través de internet

Webs chinas.

Webs chinas. / periodico

EDUARDO LÓPEZ ALONSO / Barcelona

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Las webs chinas afrontan en los últimos meses una imparable expansión a la conquista de los mercados exteriores. Los productos chinos inundan los mercados de Europa, como ya hicieron en EEUU, pero la novedad es que los consumidores de la vieja Europa ya están en condiciones de comprar con relativa seguridad directamente en China. Múltiples webs radicadas en el gigante asiático ya han detectado las mieles y atractivo del consumidor español, marquista pero especialmente sensible al precio. Así no es de extrañar que algunas páginas de internet orientales tengan a los españoles como clientes asíduos. En algunas de ellas, hasta el 20% de los compradores son españoles. El envío a España se incluye en el precio y algunas webs se traducen al español, todo con el objetivo de captar clientes en España y en Latinoamérica.

España no está entre los cinco países con mayor penetración del comercio electrónico en internet, pero el número de compradores se ha visto incrementado durante el 2012 en más de un millón, de 13,4 millones en 2011 a los 14,5 millones en 2012. Emarketer prevé que al término del 2013 se alcancen casi los 16 millones y que, en el año 2016, la cifra de compradores online españoles se sitúe en los 20 millones. Un jugoso pastel que las web chinas intentan disputar a los gigantes de la distribución.

China impulsa el comercio electrónico en el planeta. Los últimos informes apuntan a que en pocos años China será la mayor potencia mundial y ya el número de chinos que compran habitualmente a través de internet es mayor que el número de estadounidenses que compran a distancia mediante la red de redes. Para este año se espera que sean unos 220 millones, frente a los 150 millones de estadounidenses (emarketer.com).

20% DE LOS CLIENTES, ESPAÑOLES

Una de las webs de éxito es Dealextreme.com. Está en el puesto 20 mundial según Alexa en comercio electrónico generalista. El primero es Amazon, pero el comercio chino está lejos de parecerse al gigante estadounidense. El modelo chino en internet es parecido al modelo de bazar impulsado por todo el mundo por sus ciudadanos, una amalgama de productos incontable, variada y caótica, que basa su atractivo web en esa locura organizativa, donde encontrar algo no asegura volverlo a localizar en el futuro.

Según Alexa, Dealextreme es una web que satisface especialmente a los hispanohablantes, principalmente jóvenes de menos de 35 años, con estudios y que se conectan desde casa. Según esta web, el 20% de los clientes únicos de esta web fueron españoles el pasado año. En el ránking de webs español ocupa un modesto puesto en torno al 7.000. En torno al 16% de los visitantes de esta web entran a través de buscadores y sin noticia previa de la web. Lo que se puede encontrar en esta web supera cualquier revisión sistemática. Cualquier producto es posible, los precios pueden llegar a ser del orden de una décima parte del similar en una marca líder, obviamente con umbrales de calidad distintos.

25 MILLONES DE CLIENTES

Según Alexa, Alibaba.com es otro de los líderes del desarrollo en internet de China. Al igual que los ciudadanos chinos han escogido los bares y fruterías de España para abrir sus negocios, el capital chino se vuelca en el negocio en internet con webs de imagen común, muy similar a la de esta web. Alibaba, pese a su nombre con connotaciones, tiene unos 25 millones de clientes registrados de más de 240 países con más de 2,5 millones de suministradores de productos.

Alibaba es un gigante especializado en vender cualquier cosa fabricada en China, un tesoro para distribuidores de todo el mundo que quieren complementar su oferta con productos importados directamente de China. También los clientes particulares se han dado cuenta de las ventajas (no exentas de riesgos) de comprar directamente en China a través de internet. Otras webs están más orientadas a la venta a particulares. Es el caso de AliexpressTradetang o Sourcinggate, por citar algunas. Los usuarios ofrecen comentarios de todo tipo, aunque la seguridad del envío depende del proveedor escogido, del producto, la compañía de correos, la aduana... La web es un intermediario con algún proveedor, generalmente situado en la China continental junto a Hong Kong.

TENDENCIAS DE CONSUMO

En general las webs chinas se han convertido también en un pulso tecnológico y comercial mundial. No es una exageración, el mercado chino por si solo es capaz de marcar tendencias de consumo a escala planetaria. Expertos en distribución como el profesor del IESE, José Luis Nueno, ya pronosticaban hace una decena de años que el potencial de consumo de China era tan potente que cualquier tendencia tendería a extenderse por el mundo por una simple lógica competitiva. Nadie es capaz de competir en términos de calidad precio con un fabricante con economías de escala gigantescas como las que disfrutan algunos fabricantes chinos, que también son proveedores de firmas occidentales.

ANTE TODO, CAUTELA

Muchas de las webs chinas han sido tachadas de plataforma para el timo. Existen en internet listados de webs falsas. Conviene consultarlas antes de realizar la compra. Los foros son también un termómetro de la situación. La experiencia aconseja probar con productos de poco valor antes de establecer una relación de confianza virtual y asumir el nivel de riesgo que comporta una compra en la que aunque es posible la devolución, quizá sea muy difícil. Comprar un piano de cola o un barco en una web china es posible, pero el riesgo de pagar por algo que jamás disfrutarás es demasiado elevado.

Un componente para una cámara fotográfica de gama media, un objeto electrónico para iPhone, relojes, instrumentos musicales, artículos para el automóvil, productos de belleza, ropa deportiva... cualquier producto está a la venta en China. Y el mismo en España es cinco veces más caro. Y la diferencia con el producto de marca 'premium' es de 10 veces. Solo a veces las calidades son comparables. Otra cuestión es la compra de productos falsificados, en la que es mejor no adentrarse para evitar problemas éticos y legales. Copias o 'fakes' que en algunas webs eufemizan con el término 'branding'.