Las pymes más exportadoras acceden antes a la recuperación

Las pymes exportadoras se recuperan mejor de la crisis que las no exportadoras, según pone de manifiesto Cepyme y Eada en su VI Diagnostico Financiero de la Empresa, presentado ayer en la sede de la patronal de las pequeñas y medianas empresas. Según el estudio, el 51% de la empresas que salen al exterior aumentaron sus ventas en el 2014, mientras que entre las no exportadoras tan solo lo hicieron el 30%. Asimismo, las firmas que venden fuera mejoraron su rentabilidad, entendida esta como la inversión dividida por el beneficio, un 6,9% en el pasado ejercicio, mientras que las no exportadoras lo hicieron el 5,7%. Mejoran también su morosidad: solo el 19% la aumentaron, frente al 31% de las que concentran su actividad en España, pero, por contra, cobran en un plazo más largo

-78 días de media, frente a 67 de las que no venden fuera--. Además, el acceso al crédito es algo mejor, ya que el 31% de las exportadoras registraron restricciones financieras, mientras que entre la no exportadoras el porcentaje aumenta hasta el 35%.

Pese a todo, las pymes son las empresas que peor salen de la crisis, según la vicepresidenta de Cepyme, María Helena de Felipe. Destacó que se percibe un positivo cambio de tendencia para las empresas, aunque el incremento de las ventas fue de tan solo del 0,3%. Además, el 30% de las empresas han visto reducirse su facturación. «La morosidad sigue representando un importante lastre para las empresas», comentó De Felipe.

El director del estudio y profesor de finanzas de Eada, Rafael Sambola, destacó que pese al aumento de las ventas, aún están a ocho puntos por debajo del nivel de facturación del inicio de la crisis. Cara a este año, destacó que las perspectivas son mejores para las empresas: el 85% considera que será igual o mejor que el año pasado. La reducción de costes de personal se sitúa en el séptimo lugar en las prioridades, y es una medida considerada solo por el 22% de los encuestados, mientras que el 73% centrará sus esfuerzos en la mejora de los procesos comerciales. En su mayor parte, las pymes ya no ponen por delante la reducción de los costes de personal (despidos) para mejorar la competitividad.