ACTO REIVINDICATIVO EN BARCELONA

Las pymes hacen oír su voz para exigir un mejor trato legal

Centenares de empresarios exhiben el 'Diguem prou',ayer, en Barcelona.

Centenares de empresarios exhiben el 'Diguem prou',ayer, en Barcelona.

SALVADOR SABRIÀ
BARCELONA

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los dirigentes de la organización de pequeñas y medianas empresas Pimec querían hacer público el malestar de este colectivo y el de los autónomos, bajo el explícito lema Diguem prou, por el maltrato que consideran que reciben de los diferentes gobiernos y lograron su objetivo. El Palau de Congressos de Barcelona se llenó al completo de propietarios y directivos de negocios de casi todos los sectores que hicieron público su peculiar memorial de agravios, aprobaron un manifiesto con sus exigencias concretas y se cerró con gritos improvisados de «independencia» que corearon buena parte de los asistentes.

DEMANDAS / Las exigencias de una menor presión fiscal, la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social, un mejor y más barato acceso al crédito y medidas para rebajar el precio de la energía fueron las más destacadas.

El acto estaba pensado en clave exclusivamente empresarial, aunque entre el público había, entre otros, tres destacados exdirigentes de ERC (Ernest Benach, Josep Huguet y Xavier Vendrell) y el socialista Jaume Collboni, Y, a pesar de los gritos independentistas y la exhibición de varias esteladas en los minutos finales, el objetivo previsto por los organizadores se cumplió. El presidente de Pimec, Josep González, lamentó al finalizar el acto las proclamas independentistas y reiteró que el acto no tenía connotación política.

ABUCHEOS A LOS GOBERNANTES / De hecho, hasta los últimos minutos el acto fue una reivindicación de las pymes y una exigencia a los políticos para que pasen de las promesas incumplidas a favor de estas empresas a los hechos, en lugar de adoptar medidas que han perjudicado su continuidad. Para calentar el ambiente, un vídeo mostró las buenas palabras de Mariano Rajoy, Luis de Guindos, Soraya Sáenz de Santamaría, Josep Antoni Duran, Artur Mas, Felip Puig y Andreu Mas-Colell que no han tenido ninguna plasmación práctica, al contrario. Todos recibieron sus correspondientes abucheos, aunque con mayor medida los dirigentes del PP.

El millar largo de empresarios aplaudió, con mayor o menor intensidad, los diferentes agravios que padece este sector y que expusieron varios ponentes. Las empresas del Ibex-35, y la denuncia de posible connivencia de estas con los dirigentes políticos a la hora de legislar fue otra constante en los discursos.

El presidente de Pimec, Josep González, recordó las dos anteriores ocasiones en las que estos empresarios realizaron actos reivindicativos multitudinarios (en 1992 y en el 2009) y clamó: «Como entonces, ahora ha llegado el momento de alzar nuestra voz para hacernos valer ante los poderes públicos, los poderes fácticos y la sociedad en general».  Se ha roto, dijo, «el contrato social entre los pequeños empresarios, que son la mayoría del tejido productivo, y los gobernantes se han mostrado más sensibles a los grandes lobis y las élites que a los intereses de esta mayoría silenciosa».

Tras los agravios, las propuestas. González expuso un manifiesto, que fue aprobado a mano alzada por todos los asistentes, con la hoja de ruta que harán llegar a los Gobiernos de España y de Catalunya, con las respuestas a todos los «basta» expuestos. Entre estas destacaba que el crédito fluya con normalidad para financiar los proyectos empresariales viables, «con intereses europeos» y que se facilite «la llegada efectiva de los recursos del BCE y las de administraciones públicas a las pymes».

En el capítulo impositivo, proponen una reforma que baje la presión fiscal, como un trato equitativo en el impuesto de sociedades. En energía fue muy aplaudida la petición de que el autoconsumo no tenga que pagar peaje. En el capítulo laboral, la más destacada es la «imprescindible reducción sustancial y generalizad de las cuotas a la Seguridad Social». Y en gestión pública triunfó la demanda de que cuando los políticos legislen «no se dejen influir por los intereses de las grandes corporaciones y no discriminen a las pymes en la contratación pública».