VARAPALO DE BRUSELAS

Las previsiones de otoño de la Comisión Europea ya avanzaron el alza de las dificultades

Los indicadores apuntan a una tercera recesión en seis años, con bajo crecimiento y amenaza de deflación

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en rueda de prensa en Bruselas, en una imagen de archivo.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en rueda de prensa en Bruselas, en una imagen de archivo. / YH/CK

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La Comisión Europea ve el Pacto de Estabilidad en peligro. 'El riesgo de incumplimiento' del déficit que apunta Bruselas para España en el 2015 sumado al mismo diagnóstico para Francia, Italia y Bélgica deja en mal lugar a la economía europea en su lucha contra la crisis, algo que ya avanzaban los datos de las previsiones de otoño, publicadas a principios de este mes. En el marco de la ortodoxia económica, Bruselas reclama la revisión de los Presupuestos, más ajustes, nuevas medidas estructurales y apreturas de cinturón. El examen a las medidas de política económica será en marzo del 2015.

Las previsiones de otoño ya apuntaban a que la recuperación de Europa se retrasaba al menos un año. El oráculo de los economistas ya rebajaba los pronósticos pasados y constataba que los efectos de las medidas de ajuste todavía no han conseguido los efectos esperados. En época de fantasmas, los de la deflación y los de la recesión, ya se teme la nueva constatación de la tercera recesión en seis años. Bajo crecimiento y muy baja inflación afectan a la economía europea, igual que sucede en Japón, solo que Tokio decidió afrontar la situación con gasto público. El frenazo de Europa lastra la débil reactivación española.

PREVISIONES DE OTOÑO

Según las previsiones publicadas por Bruselas este inicio de noviembre, el PIB español crecería el 1,7% en el 2015, cuatro décimas menos de lo previsto, aunque por encima de la media europea. Eso sí, sin apenas creación de empleo, con la tasa de paro por encima del 23% y con una deuda pública que ya supera el 100% del PIB y no da indicios de querer deternerse en ese punto psicológico. El incumplimiento del objetivo del déficit ya se apuntaba hace un mes, y ahora se piden medidas para evitar esa situación. Las previsiones de otoño eran un déficit del 5,6% este año, del 4,6% en el 2015 y del 3,9% en el 2016, sin contar las ayudas a la banca. Todavía lejos del 3%. El anuncio de un plan de inversiones por 300.000 millones eran la clave para reconducir la situación.

EL RETO DE RAJOY

El Gobierno de Mariano Rajoy entre tensiones soberanistas y corrupción tiene ahora entre manos otro reto no menos relevante, eludir la recesión económica con unos presupuestos bien calibrados. Y en año electoral. El agotamiento de las recetas seguidas en los últimos tiempos parece constatarse. No parece posible bajar los impuestos. El consumo sigue prudente. Las exportaciones ya son incapaces de soportar todo el peso de la recuperación. El gasto público está vetado por la ortodoxia. Rajoy debe dar una respuesta. Y rápida.