La web de las chicas de oro

Cuando a Oriol de Pablo, de 32 años, le pidieron que diseñara un proyecto de fin de master MBA en IESE, se acordó de aquella recurrente amenaza que le hacía su madre, medio en broma o medio en serio, a propósito de que ya podía olvidarse de su herencia si un día la ingresaba en una residencia. Con esta idea, De Pablo empezó a dar forma a Joyners, una plataforma digital  que pone en contacto a personas mayores que buscan compartir piso, calcula los posibles compañeros más idóneos a partir de un test de afinidad y coordina servicios adicionales, como seguros, limpieza o asistencia.

«Joyners nació de una preocupación de mi madre. Ella me hizo pensar en que había una franja de edad que necesitaba una sacudida. Al principio no sabía qué soluciones económicas se podían ofrecer, pero ella me hizo ser consciente de que merecía la pena reflexionar sobre ello», explica De Pablo.

Maria Luisa, la madre en cuestión, encontró una buena respuesta de forma natural. Después de criar a sus hijos y jubilarse como doctora se encontró con una casa grande y vacía, además de un presupuesto más ajustado que cuando contaba con su sueldo.

Maria Luisa decidió proponer a su hermana, viuda, y a una buena amiga, soltera, que se fueran a vivir con ella. Convertirse en unas chicas de oro, como en la histórica serie de televisión estadounidense, no solo sería divertido. Compartir gastos les permitió estirar la pensión lo suficiente como para ir más al teatro, y también para contratar a un matrimonio que les ayudara con el cuidado de la casa y el transporte.

Según un informe de EasyPiso, España es el segundo estado de Europa en cuanto a personas mayores que comparten piso (un 10%). La clientela potencial de Joyners, los mayores de 65 años, supera en conjunto los ocho millones de personas y va en aumento, porque la pirámide poblacional se está invirtiendo. «Hablamos de pirámide, aunque se parece cada vez más a una bombilla. Los hijos del baby-boom entrarán pronto en su etapa sénior», señala De Pablo. Las personas que se van incorporando están, además, más familiarizadas con entornos digitales y tienen menos miedos a la hora de compartir servicios en la red.

Más de 400 usuarios

De Pablo decidió abandonar su trabajo en una importante multinacional para concentrarse en el desarrollo de Joyners. Mireia Llop, ingeniera industrial de 28 años, que había compartido los esbozos del proyecto con él, también dejó su puesto como consultora con la misma idea. «Empezamos a trabajar en agosto del año pasado y el 21 de enero pusimos en marcha la plataforma, que en cuatro meses escasos de funcionamiento ya tiene más de 400 usuarios», explica él.

El proyecto, muy bien definido, contagió entusiasmos desde el principio. De Pablo envió el proyecto al analista económico Marc Vidal. «Se ha convertido en uno de nuestros padrinos y estamos en contacto permanente. No sigue el día a día de la empresa, pero sí la semana a semana», afirma el emprendedor. Vidal, por otra parte, puso en contacto al equipo de Joyners con Risto Mejide y su socio Marc Ros. «Nuestros otros padrinos básicos -añade- ya que nuestro proyecto se enfrenta a retos de comunicación como convencer a personas mayores que compartir piso como universitarios es una buena opción».

Joyners fue seleccionado por la aceleradora Conector (quedó tercero en la competición de startups celebrada en Madrid). También ganó el concurso CREC (Moritz) y fue finalista en el fórum de inversión de Sitka. Su primera inversión fue de 30.000 euros. «Hasta ahora habremos gastado unos 100.000 euros», revela De Pablo.

El equipo ha palpado rápidamente que su cliente se divide claramente en dos perfiles. «Hay un 10% que, aunque ahorra dinero con un servicio como el nuestro, no tiene grandes urgencias económicas y un 90% que las tiene claramente», afirma De Pablo. Pensado especialmente para los primeros está www.joynersclub.es. Para los segundos, Joyners está negociando formas de colaboración con la administración. Todo está en estado de pausa a causa de las elecciones, pero la idea, asegura De Pablo, ha sido muy bien acogida.