La crisis del euro

Jornada dramática para la prima de riesgo española e italiana

MAX JIMÉNEZ BOTÍAS
BARCELONA

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Desde 1997, el bono español a 10 años no se pagaba con una rentabilidad del 6,06%, ni la prima de riesgo -el sobrecoste que supone comprar deuda española con respecto a la alemana- alcanzaba los 340 puntos básicos. Los mercados encontraron en la deuda española, pero también en el mercado de renta fija italiano -donde el diferencial alcanzó un nivel máximo de 305 puntos básicos- las cabezas de turco de la crisis del euro. Pese a que lo que se discutía en Bruselas, en la reunión de urgencia convocada por el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, era el rescate de Grecia, los inversores se cebaron con España e Italia, objetivos inmediatos de la especulación financiera mientras no se resuelva esta crisis. «Son el siguiente objetivo», se dice entre los inversores

Jornada dramática pues para la deuda italiana y española, unidas en una espiral ascendente hacia rentabilidades máximas. Pero también día de nervios en las bolsas, en las que se produjo una avalancha de ventas en el sector bancario. El Ibex español (-2,6%) y el MIB italiano (-4%) estuvieron entre los más castigados por los inversores. Pero el revolcón fue para todos los valores bancarios europeos. Destacó en el mercado español la fuerte caída de CaixaBank, del 5,20%. Entre los valores financieros del Eurostoxx 50, ING (-7,28%), BNP (-6,75%) y Unicredit (-6,33%) acusaron en mayor medida la desbandada de los inversores. En una crisis de deuda, los valores más perjudicados son los financieros. «La banca italiana no tiene un problema con el sector inmobiliario, como la española, pero tiene la mayor parte de la deuda pública emitida por el Estado, es lógico que se resienta en esta situación», comentó Jaume Puig, director general de la gestora de GVC Gaesco.

RIESGO DE CONTAGIO / En opinión de algunos analistas, los inversores han puesto cerco a los mercados de España e Italia, porque son los que tiene mayor riesgo de contagio en la crisis del euro, después de Grecia, Irlanda y Portugal. La rentabilidad de los bonos a largo plazo se acerca peligrosamente al umbral de la intervención. «Cuando los tres primeros estados rescatados tuvieron que acudir a los fondos de Bruselas, la rentabilidad de sus bonos superó el 7%», recuerda Puig. Los tres se encuentran en estos momentos por encima del 10%.

Puede que el detonante de la situación actual se encuentre en que tanto algunos bancos italianos como varias entidades españolas

no superarán los test de resistencia de la Asociación Europea de la Banca (EBA) y que, además, las agencias de calificación de riesgo han puesto en revisión el crédito italiano. Pero el problema «es la mala gestión de la crisis por parte de las autoridades del euro», comentó el director del servicio de estudios de un banco español. En su opinión es imprescindible avanzar hacia una mejor gobernanza y establecer «cortafuegos» para evitar que la crisis se traslade a países que representan un riesgo sistémico, como España e Italia.

La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, mostró ayer su coincidencia con este planteamiento en una conferencia en Barcelona al destacar que las autoridades de Bruselas deben aceptar la realidad y aplicar una actuación más contundente para resolver los problemas que nos acucian. En el caso de Grecia expuso: «Estamos posponiendo el problema. El país necesita un Plan Marshall, más que un rescate. Y eso conlleva cierta pérdida de autonomías y capacidad de decisión para el país».