CRISIS FINANCIERA

Italia creará un banco malo para salvar el sector financiero del país

La propuesta, que se presentará este martes, prevé la creación de una entidad privada con una participación pública minoritaria

Oficina del Monte Dei Paschi en Roma.

Oficina del Monte Dei Paschi en Roma. / periodico

IRENE SAVIO / ROMA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Años de excesos en la concesión de créditos por parte de las entidades bancarias italianas está abocando a Italia a seguir los pasos de España Irlanda y crear un banco malo. El objetivo es, exactamente como en el caso español e irlandés, que dicho organismo compre activos tóxicos a los bancos del país y los venda. Esto, en lo inmediato, con el objetivo de poner fin a la peligrosa volatilidad financiera que, desde comienzo de año, ha hecho disminuir el valor bursátil de la banca italianabanca italiana en un promedio récord del 20%. Y, así, evitar que Italia estalle, afectando al resto de la eurozona. 

Esta es, en síntesis, la propuesta en la que se encuentra trabajando desde meses el Gobierno de Matteo Renzi y que, este martes, será presentada por el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, a Margrethe Vestager, la comisaria europea de Competencia, en pos de obtener luz verde de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo. “Sí, estamos considerando la introducción de instrumentos bajo el nombre genérico de banco malo, pero que puede tomar diversas formas”, ha reconocido Padoan al diario La Repubblica. “Estamos cerca (de lograr el acuerdo)”, añadió Enrico Morando, el viceministro. 

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"Una medida tard\u00eda","text":"La posible inminente creaci\u00f3n de un banco malo en Italia, como remedio ante el desplome de su sector bancario, no ha tra\u00eddo este lunes buenas noticias en la bolsa de Mil\u00e1n, que ha vivido otra jornada de altibajos y ha cerrado con una ca\u00edda de un 2%. Una situaci\u00f3n que fue interpretada como reflejo del escepticismo que hay en torno al organismo promovido por el Gobierno italiano, el cual adem\u00e1s, seg\u00fan analistas, est\u00e1 optando por esta medida demasiado tarde, pues la reforma no tendr\u00e1 efecto inmediato. A estas noticias tambi\u00e9n se ha sumado el informe trienal de Comisi\u00f3n Europea sobre las finanzas de los Estados Miembros, seg\u00fan el cual Italia presenta \u201cun riesgo alto\u201d a medio plazo, a ra\u00edz de su alta deuda p\u00fablica (133% del PIB).\u00a0"}}

Con todo, el modelo definitivo del banco malo italiano, y su fecha de puesta en marcha, aún no están claros. De acuerdo con la última hipótesis filtrada, la propuesta prevé la creación de una entidad privada con una participación pública minoritaria y que proporcione una renta fija garantizada. La razón de esto último es que el Gobierno de Renzi quiere dar garantías a potenciales inversores, saneando las cuentas de los bancos en dificultad, para que luego estas entidades puedan ser compradas o se fusionen con otras.  

Aquí la cuestión clave. Porque el problema de Italia es que ahora, en momentos en los que su economía está relanzándose -el PIB crecerá el 0,4% en el 2016, según el FMI-, el legado de deudas de sus bancos pesa como nunca. Según las estimaciones más optimistas, se trata de al menos 200.000 millones de euros en préstamos de difícil o arriesgado cobro, en su mayoría otorgados al sector del ladrillo. Algo que hace que dichas entidades se vean obligadas a conservar capital ante posibles pérdidas y no puedan invertir.

De ahí que Italia haya obtenido los peores resultados en los test de estrés realizados en la Unión Europea (UE) en el 2014. Y de ahí que, en los últimos días, el Gobierno italiano haya protagonizado una agresiva campaña en la UE, con el fin de acelerar la creación del organismo. Crear un banco malo se debería “haber hecho antes”, ha afirmado Renzi.

En todo caso, el camino de Italia no parece muy llano. Tanto que, según detractores como el economista Lucio di Gaetano, la medida es solo un apaño que hace correr el riesgo de que el Estado tenga que “asumirse las pérdidas de otros”. Otra preocupación es que el proyecto favorezca a los grandes bancos, como Unicredit e Intensa San Paolo, en detrimento de los más débiles, entre ellos Monte dei Paschi di Siena, Banco Popolare y Credito Valtellinese.