escándalo en la UE

Apple e Irlanda suman fuerzas contra Bruselas

Un hombre pasea junto a la sede de la multinacional estadounidense Apple en Cork, en el sur de Irlanda.

Un hombre pasea junto a la sede de la multinacional estadounidense Apple en Cork, en el sur de Irlanda.

SILVIA MARTINEZ / BRUSELAS

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Ni el Gobierno de Dublín ni mucho menos Apple están satisfechos con la decisión de la Comisión Europea de obligar al gigante informático a devolver hasta 13.000 millones en impuestos no pagados en Irlanda. Aunque el ejecutivo irlandés ha informado a Bruselas de que recuperará la cantidad y la bloqueará en una cuenta, ambos afectados han lanzado este lunes una ofensiva para contestar legalmente ante los tribunales una decisión que consideran política. En Bruselas, defienden su análisis y reiteran que la empresa de Cupertino podría reducir la factura fiscal irlandesa si paga más impuestos en Estados Unidos o si los abona en otros Estados miembros.

La batalla no ha hecho más empezar y se augura larga. La Comisión Europea acusó en verano al gobierno irlandés de otorgar ventajas fiscales a la empresa –que tiene su sede europea en Irlanda- gracias a dos acuerdos fiscales (conocidos como tax rulings) suscritos en 1991 y 2007 que permitieron al gigante de la manzana eludir el pago de hasta 13.000 millones. Gracias a la ingeniería fiscal la compañía, según denunció entonces la comisaria de la competencia Margrethe Vestager, pudo reducir de forma sustancial y artificial el pago de impuestos para abonar en 2014, por ejemplo, un 0,005%. Es decir, 50 euros por cada millón de euros de beneficios.

El ministerio de Finanzas irlandés que dirige Michael Noonan ha acusado a la Comisión de malinterpretar datos y la legislación irlandesa, de extralimitarse en su mandato y de interferir en la soberanía tributaria irlandesa. Según el gobierno, ni dieron un trato fiscal privilegiado ni Apple dejó de pagar los impuestos que le correspondían. Es más, según Noonan detrás de este polémico caso se esconde una motivación política contra el régimen del impuesto de sociedades holandés –del 12,5% y uno de los más bajos de la UE- que les ha permitido atraer a numerosas multinacionales a su territorio.

OBJETIVO ÚTIL Y MEDIÁTICO

"Apple es un objetivo útil porque genera muchos titulares y ha permitido a la comisaria convertirse en la danesa del año 2016", ha respondido en una entrevista a Reuters este lunes Bruce Sewell, asesor general de la compañía, sobre el reconocimiento que otorgó recientemente el diario Berlingske a la política danesa. “Argumenta que la base por la que tendríamos que pagar impuestos en Irlanda es simplemente todos los beneficios que generamos fuera de Estados Unidos. En un país donde no se genera ninguna propiedad intelectual para nosotros. Es una teoría absurda”, añade el responsable financiero, Luca Maestri.

En total, ocho argumentos que las autoridades irlandesas tienen intención de desarrollar en su alegato ante el tribunal para paralizar una decisión que no aceptan. “La decisión del 30 de agosto de 2016 evalúa erróneamente. El gobierno de Dublín ya ha anunciado que los servicios de la competencia que dirige Margrethe Vestager se han extralimitado en su mandato con una decisión que interfiere en su soberanía fiscal. La empresa de Cupertino se sumará a las dos opiniones de 1991 y 2007”, sostiene Dublín sobre los dos acuerdos fiscales en cuestión.

LA COMISIÓN DEFIENDE SU DECISIÓN

El anuncio coincide con la publicación en Bruselas del texto íntegro de la versión no confidencial de la decisión de devolver hasta 13.000 millones en impuestos por un tratamiento selectivo que permitió a la empresa escapar a sus obligaciones. Su filial irlandesa AIS, que canaliza las ventas realizadas en Europa, Africa y Oriente Medio, registró unos beneficios de 24.500 millones –antes de impuestos- pero solo llegó a pagar 10 millones de dólares en impuestos en 2014. Apple defiende que sus beneficios deben gravarse en Estados Unidos porque es allí donde desarrolla su investigación y desarrollo. Un argumento que en Bruselas no comparten ya que la filial en Europa también paga un porcentaje por esos derechos. “La Comisión nunca ha disputado que la innovación se realice en Estados Unidos. Pero la filial irlandesa paga por ellos así que deben tasarse también en la UE”, sostienen.

La investigación y la decisión han permitido a las autoridades europeas poner por escrito por primera vez el tipo de estructura utilizada por Apple en sus operaciones econóMicas y financieras. “La decisión lo que hace es dar transparencia sobre cómo funciona el grupo en Europa” pero “después son las autoridades las que deben ver si hay presencia permanente en su país”, dicen en Bruselas. Una información que abre la puerta a que otros Estados miembros reclamen a la compañía el pago de impuestos. El ministro español, Luis de Guindos, ya anunció en septiembre, poco después de la decisión, que no dudarían en reclamar una vez que esté disponible la información necesaria para hacer el cálculo.