ENTITAD COLABORADORA DE LA SEGURIDAD SOCIAL

La investigación imputa a la Mutua Universal regalos ilegales

Entre los obsequios a directivos y clientes había viajes y operaciones

Juan Aicart.

Juan Aicart.

JESÚS G. ALBALAT / ANTONI FUENTES
BARCELONA

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Los exdirectivos de Mutua Universal imputados en un fraude de 253 millones a la Seguridad Social entregaron valiosos regalos a ejecutivos de compañías asociadas. Entre los obsequios detectados por los peritos judiciales en la documentación requisada en el registro policial, había seguros médicos, intervenciones quirúrgicas y viajes por miles de euros, según el informe definitivo de la investigación al que ha tenido acceso este diario.

Una parte del presunto desvío de fondos procedentes de cuotas empresariales a la Seguridad Social fue a parar, según los expertos, a las manos de algunos directivos de empresas que tenía Universal como clientes en lugar de a las propias empresas como descuento ilegal.

INSTRUCCIONES PARA LAS FACTURAS/ Uno de los regalos consistió en un viaje a Nueva York de la familia de un directivo de una patronal del sector del automóvil, que costó 11.887 euros. En uno de los correos electrónicos intervenidos en los ordenadores confiscados en las oficinas de Universal en el 2007 se menciona el obsequio de un reloj a un directivo de una multinacional japonesa.

Los regalos más frecuentes fueron seguros médicos, como el abonado a los ejecutivos y a sus familias de una fábrica de Cantabria por un valor de 27.848 euros.

Universal también incluyó en el capítulo de «condiciones especiales» el pago de pruebas médicas e incluso del seguimiento de un embarazo y el parto de la hija de un directivo, que costó 3.600 euros. En ese caso, uno de los imputados de la mutua explicó al beneficiario, en un correo electrónico, el procedimiento a seguir para camuflar el obsequio: «Facturas no superiores a 1.500 euros. Texto de las facturas: exploraciones e informes médicos».

Para algunos de los regalos, la dirección de la mutua también utilizaba el sistema de intermediarios que emitían facturas ficticias a cambio de una comisión. En el caso de los 4.000 euros que costó una intervención quirúrgica a la que fue sometida la hija de un directivo de una empresa que era cliente, la aplicación de un 16% de comisión elevó el coste final a 4.650 euros.

Los 1.200 euros que costó el seguro médico de un empresario y su mujer representaban el 2,7% de las cuotas brutas que abonó su empresa y que gestionaba la Mutua. El informe pericial cita nueve documentos como pruebas de obsequios «destinados a beneficio personal de directivos o administradores de las empresas beneficiarias de los mismos, en lugar de compensar o financiar los costes empresariales de su gestión».

La investigación por malversación de fondos públicos se inició con un registro policial en el 2007, por el que hay imputados una decena de exdirectivos encabezados por el exdirector gerente, Juan Aicart.