Estrategias empresariales

El interés exportador de las compañías catalanas se dispara

SONIA GUTIÉRREZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La caída del consumo ha repercutido directamente sobre los resultados de las empresas catalanas. Algunas han visto descender sus ventas en el mercado interior entre un 30% y un 50%. Con este panorama, no es de extrañar que se vean obligadas a mirar hacia fuera y explorar nuevos mercados con los que compensar la falta de actividad en España.

La Generalitat y las cámaras de comercio coinciden en el diagnóstico: cada vez más empresas buscan su ayuda para probar fortuna en el extranjero. «En el 2005, había 1.500 empresas internacionalizadas en la demarcación de Terrassa, ahora son el doble las que están en proceso de internacionalización», explica Josep M. Armengou, responsable de comercio internacional de la Cámara de Terrassa.

INTERÉS EN EL EXTERIOR / «Cada año hay más interés por salir al exterior», confirma Diego Guri, director del Centre d'Internacionalització Empresarial de ACC1Ó, organismo de la Generalitat. En Catalunya hay unas 40.000 empresas que exportan a otros países, explica, y solo el año pasado unas 3.000 se iniciaron en esta actividad.

Estas nuevas empresas exportadoras son en su mayoría pymes, muchas del sector servicios. Este hecho explica que aunque el número de compañías interesadas en operar en el extranjero se ha disparado, el volumen total en millones de euros no ha crecido en igual medida: del 2005 al 2010, las exportaciones subieron un 14,7% en Catalunya, hasta alcanzar el año pasado los 48.594 millones. La cifra creció todos los años excepto en el 2009, cuando la crisis se dejó notar con un descenso del 18%.

AL ALZA / Pero la tendencia vuelve a ir al alza. En el primer trimestre del 2011, las exportaciones catalanas superaron los 13.346 millones de euros, el 18,36% más que el mismo periodo del año anterior. Catalunya representa un cuarto del total de lo que venden las empresas españolas a otros países.

ACC1Ó organizó un encuentro en el que los 34 directores de los centros de promoción que están repartidos por el mundo se reunieron con empresarios catalanes. Asistieron a esa cita 1.800 personas y se realizaron un total de 1.200 entrevistas personales, una convocatoria mayor que la del año pasado. Los centros más solicitados fueron los de las economías emergentes, destinos como Sao Paulo, Dubái y Buenos Aires.

ASIA Y LATINOAMÉRICA / Este interés por Asia y Latinoamérica demuestra que, aunque la Unión Europea (UE) es para muchas empresas la forma más fácil de empezar y sigue siendo el principal mercado (supone el 67% de las exportaciones catalanas), la región está perdiendo relevancia. En el primer trimestre, mientras las exportaciones a la UE crecieron el 16,51%, las de Rusia lo hicieron el 62,56%, las de Latinoamérica, el 24,89% y las de Asia, el 18,09%. «Nuestras exportaciones se están diversificando, y aún lo tienen que hacer más», asegura Guri.

La Cámara de Terrassa organizó un encuentro para potenciar la internacionalización, con motivo de su 125º aniversario. Fue una misión inversa multipaís, la primera de esta magnitud en Catalunya, en la que se realizaron más de 300 contactos entre empresas catalanas y extranjeras, de Egipto, Marruecos, Turquía y Estados Unidos. Una misión inversa es lo contrario de lo que sucede habitualmente: en lugar de que el jefe de ventas viaje al extranjero a buscar clientes, son estos los que van al país del proveedor. La compañía exportadora (aquí, catalana) se ahorra desplazamientos, por lo que le sale más barato el contacto.

Los expertos advierten de que si una empresa quiere exportar, no puede basarse solo en ofrecer el precio más bajo, sino que la fuerza está en la innovación. Las empresas extranjeras invitadas por la Cámara de Terrassa reconocían el valor de la industria catalana. «Hay un producto de calidad a un precio razonable», decía Birgül Gürlek, de la compañía eléctrica turca ESD. «Tenemos una calidad equiparable a Alemania, pero nos falta la marca», asegura Josep M. Armengou.