La mejora de la competitividad

Industria se propone subir el 12,5% su parte del recibo de la luz

Tendido eléctrico en Madrid.

Tendido eléctrico en Madrid.

AGUSTÍ SALA
BARCELONA

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El Ministerio de Industria está decidido a que el recibo de la luz se mantenga congelado en la próxima revisión trimestral de abril para la mayoría de los consumidores. Y eso a pesar de que se propone subir el 12,5% la parte regulada de la factura, que supone alrededor de la mitad del total y que incide en el déficit de tarifa (la diferencia entre los ingresos reconocidos a las distribuidoras y los costes en los que realmente incurren) y que acumula más de 20.000 millones de euros.

Fuentes del departamento explicaron que la tendencia a la baja en los mercados energéticos de futuros permite anticipar un descenso de precios en la subasta del día 22. Es esta la que servirá para establecer la parte del recibo sujeta a la evolución del mercado. Si esa caída es insuficiente para compensar el aumento de la parte regulada, «se ajustará para que el resultado sea una subida cero», según un portavoz.

MOTIVOS ESTACIONALES/ Esta variable «siempre baja en abril por motivos estacionales y el ministerio estima que bajará en esta ocasión el 12,5%», indicaron. Eso permitirá anular el alza en la parte regulada de cara al consumidor final, dijeron.

Industria ha remitido a la Comisión Nacional de Energía (CNE) una propuesta que incluye el aumento del 12,5% de los peajes de acceso para la mayoría de los hogares y pequeños comercios. Se propone también un alza del 9% en la parte regulada para el resto de los consumidores de baja tensión y del 2 % para los grandes consumidores industriales.

Los peajes de acceso retribuyen los costes regulados como el transporte, la distribución o las primas a las energías renovables. Estas subidas contrastan con la decisión del ministerio de congelarlas en las revisiones de octubre y enero. Y, según fuentes del departamento, persiguen recuperar las alzas que se tendrían que haber aplicado entonces, para reducir el déficit de la tarifa sin que lo noten los consumidores.

Se trata de aprovechar un mercado bajista, no para bajar los peajes, sino para compensar a las distribuidoras. El déficit de tarifa se está colocando en el mercado en forma de deuda. En lugar de pagar esa hipoteca a las eléctricas a plazos a través del recibo como se hacía hasta hace poco, los usuarios la pagan a titulares de unos bonos garantizados por el Estado que reconocen el derecho de cobro de esa deuda (entidades financieras), y a un interés más alto.

En el caso de la tarifa de último recurso (TUR), a la que pueden acogerse usuarios con potencias inferiores a los 10 kilovatios (hogares y pymes), los peajes representan casi la mitad de la tarifa eléctrica, junto a los impuestos y el precio de la energía, que se determina mediante subastas trimestrales como la del día 22.

De los 27,1 millones de consumidores con derecho a acogerse a la TUR, 20,1 millones lo han hecho, mientras que 6,9 millones han optado por el mercado libre, donde las ofertas, en el caso más competitivo de luz y gas, llegan a 40 euros anuales de ahorro (3,33 euros por mes), según la CNE.