'PLAN PHOENIX'

ICL empieza a producir sal en la nueva planta de Súria

La compañía, que emplea el residuo de su mina de potasa, producirá 750.000 toneladas en la primera fase

Iberpotash

Iberpotash / periodico

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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ICL ha empezado a producir sal en periodo de pruebas en su nueva planta de Súria (Bages), anexa a la mina de potasa de su filial Iberpotash. En las instalaciones, que han supuesto una inversión de 80 millones de euros, se producirán en una primera fase 750.000 toneladas de sal vacuum, con una pureza del 99,97% y 25.000 de potasa blanca del 99,5% de pureza.

Durante este mes está previsto alcanzar el 50% de capacidad de producción, y llegar al 80% entre tres y cuatro semanas más tarde, explica Carles Alemán, director de la unidad de sal y de nuevos desarrollos de ICL Iberia. La primera entrega podría producirse hacia noviembre.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"El traslado de toda la actividad de la compa\u00f1\u00eda, que implicar\u00e1 el mantenimiento de los 4.000 empleos directos e indirectos que suman en la actualidad las dos explotaciones, est\u00e1 previsto que finalice en el 2019 o 2020.","text":"Eso supondr\u00e1 que S\u00faria absorber\u00e1 al final un mill\u00f3n de toneladas anuales de producci\u00f3n adicional. La operaci\u00f3n incluye a su vez la paulatina desaparici\u00f3n de las escombreras como la del Cogull\u00f3 en Sallent y un plan de restauraci\u00f3n \"en un m\u00e1ximo de 50 a\u00f1os\", seg\u00fan las mismas fuentes."}}

Toda la producción de la planta de sal está vendida a la química holandesa Akzo Nobel gracias a un acuerdoAkzo Nobel  sellado en el 2014.  El pacto prevé una producción anual total de 1,5 millones de toneladas de sal vacuum de alta calidad, así como de 50.000 toneladas de potasa blanca, utilizando la más avanzada tecnología. En la primera fase son 750.000 y 25.000, respectivamente. Fruto de este mismo acuerdo en la planta de envasado y transformación conjunta ICL-Akzoi en Sant Fruitós de Bages. 

PRUEBAS

En la actualidad se llevan a cabo las pruebas de comprobación y optimización de procesos para alcanzar las cotas de pureza previstas con el mínimo consumo energético posible en las instalaciones de Súria, afirma Alemán. La planta hasta ahora ha generado 25 empleos nuevos y se crearán más cuando esté a pleno rendimiento.

La planta de sal vacuumm (una materia prima que es el residuo de la producción de potasa en la mina y se hasta hace poco se acumulaba en escombreras en Súria y la vecina Sallent), forma parte del denominado plan Phoenix. Este tipo de sal, producida con las más avanzadas tecnologías, tiene un elevado valor añadido para la industria electroquímica.

El hecho de que estas compañías tengan que dejar de producir a finales del año que viene con mercurio y hacerlo con membranas para adaptarse a la normativa europea supondrá "un aumento de la demanda de sal vacuum, no solo en España sino a nivel mundial", aseguran en ICL. El cambio de regulación signficará que la electrólisis del cloruro sódico dejará de hacerse por el sistema de celdas de amalgama de mercurio y se priorizará el sistema de células de membrana.

La sal vacuum permite a otras industrias ofrecer productos de más calidad, como es el caso del tratamiento de aguas y la alimentación humana y animal. También se puede aplicar en la industria farmacéutica, la del papel, en la producción de disolventes, perfumería y jabones, entre otras muchas. Por su parte, la potasa blanca va dirigida también a la industria electroquímica y la alimentaria.

La sal se distribuirá a todo el mundo inicialmente desde el puerto de Tarragona, pero más adelante se hará desde el de Barcelona, donde ICL construirá una nueva terminal de carga, también incluida en el plan Phoenix.