El ICF cambiará de marca para tener más identidad de banco

La entidad pública financió el año pasado operaciones por un 18% menos pero ganó el 13% más

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AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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Nueva marca e identidad. El Institut Català de Finances (ICF) se plantea cambiar de nombre para cuando logre la homologación como banco público, que espera que llegue el año que viene, ha explicado el consejero delegado, Josep Ramon Sanromà.

El grupo ya ha reservado algunas marcas como Banc Català d'Inversions (BCI) o Banca Pública d'Inversions de Catalunya (BPIC), para tener una imagen más relacionada con una entidad financiera. La entidad prepara un plan estratégico 2018-2020 con el objetivo "consolidar el ICF como banco público de inversiones de Catalunya".

El ICF financió el año pasado a un total de 1.441 empresas, el 2% más que en el 2016; por importe de 570,3 millones, lo que supone el 17,97% menos que en el 2015. El 97% de los beneficiarios fueron pymes y emprendedores, mediante 2.169 operaciones de préstamo y/o aval. El ICF obtuvo un beneficio de 9,8 millones, el 13,95% más.

FINANCIACIÓN ALTERNATIVA

Según Sanromà el descenso en el importe, que se produce por segundo año consecutivo, se debe a que cae el volumen de financiación directa, ya que las empresas requieren menos crédito y se intensifica "la financiación alternativa". A su juicio, la banca pública tiene que actuar como complemento de la comercial, no como competidor y cubrir aquello que no cubre la privada.

Para este año, el ICF espera llegar a los 700 millones en financiación. Además de la financiación directa ganarán peso la cofinanciación con la banca privada y la coinversión con inversores privados. Destaca una nueva línea de 100 millones anuales destinados a la industria 4.0.

Se trata de apoyos que complementan los que puede oorgar la banca privada y que se destinarán a cuestiones como la robotización y las innovaciones tecnológicas. Se incluyen unos 30 millones en capital riesgoy préstamos participativos, que el año pasado sumaron más de 20 millones.