Iberpotash congela la segunda fase del plan Phoenix en Súria

El consejero delegado del grupo minero afirma que el grupo se ha tomado un tiempo para valorar un fallo del Supremo que les obliga a planificar la supresión de la montaña de sal de Sallent

AGUSTÍ SALA / Barcelona

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Iberpotash ha congelado la segunda fase del plan Phoenix, con una inversión prevista de 270 millones ne los próximos tres años, tras el reciente fallo del Tribunal Supremo que ha obligado a la compañía a presentar un plan de restauración para la montaña de sal de Sallent (Bages), donde prevén dejar de extraer potasa el año que viene. El consejero delegado de la minera, José Antonio Martínez Álamo, ha alertado durante una conferencia en la Cambra de Comerç de Barcelona que la inseguridad jurídica "es lo peor que le puede pasar a un país" y que la matriz de la compañía, el grupo israelí ICL se ha tomado un tiempo para valorar el impacto de la reciente sentencia.

"La legislación actual no da seguridad jurídica a los proyectos industriales" como el Phoenix, cuyo monto total de inversiones asciende casi a  800 millones en varias fases, con un aumento de producción en la mina de Súria y la construcción de una planta de sal. En relación al reciente fallo del Supremo, Martínez Álamo ha dicho que "no puede ser que permisos concedidos por administraciones, algunos de ellos muy exigentes, al cabo de los años los modifiquen unos jueces; y sobre estas se habían realizado las inversiones". Ha asegurado que este era un hecho "muy grave" porque pone en cuestión lo que decidieron las administraciones y genera inseguridad jurídica.

También se ha referido a la advertencia de Bruselas sobre los efectos de la sal (que es el residuo de la extracción de potasa), aunque le ha restado importancia. En todo caso, durante su conferencia ha asegurado que gracias a las inversiones de la compañía pueden asegurar que "ni un gramo de sal va a parar a los rios".

A su vez, Martínez Álamo, que también es el presidente de ICL Iberia, la filial española del grupo israelí propietario de Iberpotash, ha insistido que el plan Phoenix es un "proyecto de país". A su entender, "necesitamos una legislación que ordene y garantice el desarrollo industrial y una acción de gobierno" para impulsar planes industriales de este tipo, que "deberían ser mimados por el efecto multiplicador que tienen". Ha asegurado que la sal desaparecerá del paisaje del Bages en la medida que prospere el plan industrial.

En este sentido ha recordado el acuerdo sellado con Akzo Nobel para producir y comercializar sal. "Toda la producción ya está comprometida incluso para la segunda fase", ha asegurado.