El cóctel de la innovación

La industria de la hostelería y la restauración vive hasta el próximo jueves su cita ferial en Hostelco. La 17ª edición de este certamen, que se celebra en el recinto de Gran Via de Fira de Barcelona, es un reflejo de la situación actual del sector: más presencia internacional que nunca (125 empresas foràneas --de 500-- y 300 compradores vip, seleccionados por gran el potencial de compra) e innovación para hacer frente a la crisis. Porque, según los organizadores, el cóctel del éxito de la industria es "tecnología, creatividad y especialización".

"Hostelco es una cita ineludible para los profesionales de un sector capaz de reinventarse e innovar para seguir siendo competitivo tanto a nivel nacional como internacional, como lo demuestra la cuota exportadora del 46% de la industria española de equipamiento para hostelería", afirmó el presidente de Hostelco y de la Federación Española de Asociaciones de Fabricantes de Maquinaria para Hostelería, Colectividades e Industrias Afines (FELAC), Jordi Roure.

En Hostelco, que por primera vez se organiza de manera simultánea con el Fòrum Gastronòmic y Bar Fòrum con el objetivo de crear la mayor plataforma internacional de la industria, se puede encontrar los últimos avances en maquinaria tanto para cocinas como para hoteles: por ejemplo, la máquina exprimidora de naranjas más rápida del mundo: 40 naranjas por minuto. "Está pensada para grandes comedores o para instalaciones que reciben muchas visitas, como los comedores de Ikea, donde ya hemos instalado algunas", explican desde la compañía valenciana Zummo. Otro de los productos que se muestra en el salón un asador de pollos capaz de adaptar el consumo energético a la cantidad de productos que se cocinan en ese momento.

La estrella de Hostelco es un producto desarrollado por la barcelonesa Broomx: una habitación de hotel totalmente conectada e inteligente. "Para empezar, la identificación de huésped se hace a través de reconocimiento facial con un robot humanoide", explica Diego Serrano, fundador de Broomx. El cliente, en su teléfono, se habrá descargado una app donde marcará sus preferencias, de tal manera que cuando llegue a la habitación esta estará personalizada.

En las pantallas de la estancia (la experiencia debe ser immersiva, con pantallas en casi todas las paredes) se verán imágenes según su estado de ánimo, y desde la app se podrá controlar la luz ambiente  y la música. También se podrá definir un tema (salida del sol, vistas de la ciudad, terremoto) como despertador. Convertir una habitación de hotel en inteligente cuesta "unos 15.000 euros".