Un referente turístico del Priorat

La historia del Hostal Sport, un establecimiento que se consolida como referente en la comarca del Priorat , se inició cuando el bisabuelo Jaume abrió un pequeño bar en el lugar donde hoy sigue existiendo la fonda. El abuelo Rafel fue "el visionario" que dio el empujón al negocio con las comidas y el hospedaje; mientras que papá Rafel, un galerista de arte de Barcelona, consolidó las esencias durante los más de 30 años que dirigió el negocio. Marta Domènech, la cuarta generación de la misma familia, levantó el hostal de las cenizas y lo está convirtiendo en un punto de paso obligado en el Priorat.

Como le ocurrió a su padre con la prematura muerte del abuelo Rafel, otra situación dramática puso a Marta al frente del negocio después del brutal  incendio que en el 2007 solo dejó en pie las paredes. Tras un intenso cónclave familiar, tomó las riendas con todas las consecuencias, ya que a la catástrofe económica del incendio se sumó la de la crisis que estaba a punto de comenzar.  "Ha sido el proyecto más gratificante de los que he hecho, pero también el más duro", explica Domènech, que fue directora de márketing y compras en la firma Mango.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"Marta Dom\u00e8nech, gerente y propietaria del Hostal Sport de Falset","text":"Representa a la cuarta generaci\u00f3n de un negocio familiar que se remonta a 1923 en la capital del Priorat. Pero antes de dedicarse de pleno a la hosteler\u00eda, Marta Dom\u00e8nech, de 41 a\u00f1os, fue directora de marketing en Mango, se form\u00f3 en protocolo y es somelier."}}

PARADA Y FONDA

El hostal está a mitad de camino en el trayecto entre Barcelona y Castellón por el antiguo trazado de la N-420 a su paso por el centro de Falset, la capital de la comarca. La abuela Pilar empezó a sentar cátedra con sus platos tradicionales, típicos de la comarca, de kilómetro cero que se llaman ahora. Pies de cerdo, tortilla 'amb suc', albóndigas y otros. "Con más corazón que cabeza", el padre de Marta mantuvo abierto un negocio que no era la principal vía del sustento familiar. "Mi padre siempre lo contempló con una gran vocación de servicio", precisa Domènech.

A la propietaria le gusta explicar que el Hostal Sport es "un restaurante con habitaciones y no un hotel con cocina", pero la realidad es que el establecimiento es mucho más. Ya es un referente en el que la cocina se ha reforzado con un chef de prestigio, Omar Morales, que comulga con la tradición culinaria; el hotel, con 28 habitaciones de cuatro estrellas, ofrece mil detalles de calidad; y también organizan catas, rutas turísticas por la comarca y visitas a las numerosas bodegas de las dos denominaciones de origen Montsant y Priorat.

CRECER EN CALIDAD

"Hemos conseguido una media de ocupación del 60% todo el año, una dato que está muy bien", explica Domènech teniendo en cuenta que el hostal está abierto los 365 días del año y que la ocupación los fines de semana es prácticamente del 100%. En el 2014 crecieron un 25% respecto al 2013 y el año pasado volvieron a crecer un 15%.

Elogia a su equipo y admite que al principio pudieron salir adelante gracias a la confianza que le dieron los proveedores. "Estoy muy orgullosa de lo que hemos conseguido, pero el túnel ha sido largo y todavía quedan muchas cosas por hacer", añade esta empresaria inquieta.

El objetivo es seguir creciendo a base de ofrecer calidad. "Estamos en el mapa del mundo gracias al vino y si tenemos vinos con 100 puntos en la lista Parker, nosotros también tenemos que ofrecer 100 puntos de calidad", explica como declaración de principios. "La gente que viene alucina con lo que le ofrecemos", afirma.