Hacienda destapa un fraude en la chatarra de 70 millones de €

Un total de 45 empresas de desguaces, 27 de ellas en Catalunya, inspeccionadas por vender recambios en negro

Una funcionaria de la Agencia, en una chatarrería.

Una funcionaria de la Agencia, en una chatarrería.

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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Ahora los desguacesHacienda ha destapado un fraude de unos 70 millones de euros que afecta a cuotas del IVA y del impuesto de sociedades de 45 empresas dedicadas a la chatarra y el desguace de vehículos en Catalunya y seis autonomías más. Las implicadas venden recambios en negro y declaran el achatarramiento como actividad principal, según fuentes del fisco.

El grueso de la operación, mediante una inspección masiva en la que han intervenido más de 250 funcionarios entre el martes y el miércoles, se ha centrado en Catalunya, donde hay 27 empresas implicadas, y donde empezaron las pequisas. Los Mossos han participado en el operativo. Las otras comunidades en las que se han hecho redadas son Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Galicia y Madrid.

La operación, que sigue la estela de la llevada a cabo en marzo en el mercado central del pescado en MercabarnaMercabarna, ha sido bautizada como Operación Ballesta. Las 45 empresas investigadas, que son las más representativas del ramo, suponen en torno al 15% del negocio en España, lo que revela su atomización. El fisco espera que la operación disuada de operar en negro al resto del sector.

Además de las sociedades, los actuarios, provistos de orden judicial para llevar a cabo las inspecciones aprovechando el factor sopresa, iniciaron actuaciones también sobre un total de 10 socios y/o administradores de las compañías implicadas. En total se practicaron registros en 60 locales de las 45 empresas.

MARGEN «ANORMALMENTE BAJO»

Muchas firmas implicadas en esta investigación declaraban unos márgenes de beneficios «anormalemente bajos» e incluso «negativos en muchos de los casos», según la Agencia Tributaria. A su vez se ha detectado una gran asimetría «entre el perfil de actividad declarada y el real».

Los desguaces inspeccionados aparentaban concentrar su actividad en la venta de chatarra. En algunos casos, esta era casi el 100% de lo declarado. En cambio su negocio real era vender recambios que, «puede suponer, de acuerdo con las estimaciones realizadas, el 60% de la facturación total real en este sector».

Eso además amplía la posibildiad de investigar talleres que se benefician de unos precios más bajos por las piezas, al carecer de IVA. Algunas sociedades, pese a declarar que su principal negocio es la chatarrería, cuentan incluso con flotas de furgonetas de reparto de recambios, según Hacienda.

Durante las pesquisas se ha constatado que estos centros de desguaces ocultaban parte de los ingresos procedentes de la venta de piezas o accesorios de los vehículos que adquirían para achatarrar, eludiendo así el impuesto de sociedades y el IVA. Estos centros reciben o recogen vehículos al final de su vida útil para realizar operaciones de descontaminación y tratamiento que regula la normativa correspondiente.

Luego proceden a la venta al por mayor de los vehículos como chatarra o bien venden sus piezas y elementos de recambio tanto a particulares como a talleres y centros de reparación. En esta segunda actividad es en la que se concentran las ventas en negro. La mayoría de los pagos se realizan en efectivo, lo que facilita la ocultación de ingresos. Entre las implicadas están «desguaces de gran tamaño, que llegan a adquirir cada año decenas de miles de vehículos para su achatarramiento o venta de recambios».

Como en el caso de Mercabarna, se trata de una actuación administrativa que no implica detenciones y que desencadena inspecciones, tras unas primeras investigaciones iniciadas el año pasado. «Si se hace un requerimiento y se da un plazo determinado de tiempo el resultado es una cuota cero. En cambio, jugando con el factor sorpresa, el resultado es otro», afirman fuentes del fisco.

Esta macrooperación forma parte del plan de Hacienda Hacienda de reforzar las «actuaciones presenciales» masivas en sectores en los que se aprecie fraude o un elevado nivel de economía sumergida.